BCCAP000000000000130ELEC

En que se da fin al tema del a:_n_t.:_er:..:i.:..o_c_r_ _____c_l9'--5"- Mercedes Traba, mulata de condición, y no china, co– mo alguien había afirmado, se casó con Antonio Milán, de buen grado, al escUchar la exhortación del Misionero, sin que hubiera violencia para este efecto y sin que Milán mos– trara disgusto. · En idéntico sentido se expresó Manuela Zamora. A este tenor declararon casi todas las mujeres. De los seis varones que comparecieron en los días de esta nueva diligencia, dos declararon favorablemente al P. Adoain: D. Miguel Antonio Guerrero y D. Pedro Rodrí– guez Guevara. En resumen: cincuenta y seis testigos desfilaron en to– tal por el despacho del pedáneo de Cauto. La mayor parte .resultaron contrarios a los perseguidores del Misionero. Y todos habían sido citados por los mismos perseguidores. En vista de ello, estos deberían callar. Deberían escon– derse rojos de vergüenza. Y el Gobernador de Bayamo arro– jar el expediente al cesto. ¿Se hizo así? Probada la inocencia de Jesucristo, se le condenó a muerte. Demostrada la inocencia del P. Adoain, se dió curso al expediente. pidiendo su castigo. · . En efecto, llegados los testimonios al Teniente Gober– nador de Bay amo, Sr. Gómez Rojo, éste se apresuró a re– mitirlos al Arzobispo «para que procediera como Superior del P. Esteba n ». Remitió también copia del expediente con fecha 31 de octubre al Gobernador de la Provincia. Y luego al Fiscal de Puerto Príncipe. Mientras se twmitaba este proceso en Cauto-Embarca-• dero, .los perseguidores del Arzobispo y del P. Esteban jac– tábanse, con petulancia cínica, de que iban a imponer si– lencio a los Misioneros y al Prelado y lo afirmaban con amenazas de agresión personal. El sufrido pero valiente Arzobispo dirigió con fecha 15 de octubre una carta al Goberna dor de la Provincia, de– clarándole quiénes eran los perseguidores y pidiendo a m– paro para él y para los Misioneros. IJice así la carta: «Muy Sr. mío y de todo mi aprecio: Siempre había desempeñado mi sagrado ministerio con grande fruto y con admiración y aplauso de todo el mundo católico, que lo pregonaba en sus escritos, hasta que la Audiencia de· Puer-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz