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CAPITULO XVI EXITOS DE SU APOSTOLADO EN CUBA 1852 RECORRIENDO ALDEAS ESCONDIDAS. - EL ARZOBISPO Y EL TENIENTE GO. BERNADOR.- UNA EXCOMUNION.- A LA CIUDAD DE BAYAMO Y NUEVA. MENTE AL CAMPO.-EMPIEZAN LAS CALUMNIAS.-LA PESTE EN CIGUANI.– SIGUEN LOS ESTRAGOS DEL COLERA-MORBO Y PRODIGIOS DEL P. ADOAIN. - ELEMENTOS PELIGROSOS. D URANTE los meses de junio, julio y primeros días de agosto, nuestro egregio P. Adoain se dedicó a limpiar de inmoralidades gran número de aldeas escondidas, como el huracán que barre la" escoria y hojarasca de las más ocultas sinuosidades de la campiña. Después de r"ecibir al Arzobispo en:· Santa Cruz y de acompañarle a llí durante dos día s, pa só con él a Manza– nillo, donde le a yudó seis días más en su espiritual labor. Pero Juego comenzó un recorrido por el campo, estable– ciendo Misión en varios puntos céntricos: en Guá desde el 15 de junio hasta el 25; en Guavejes, diez días; en Las Ba· rrancas o San Fructuoso de las Piedras, veintiún días; en Zarzal del 30 de julio al 8 de agosto. En los dos primeros puntos y en Zarzal no existía igle· sia, pero improvisó tres templos en casas que ofrecían co· modidad relativa por su amplitud y su situación. En Las Barrancas había iglesia parroquial, aunque lejos de po· blado. A esta parroquia pertenecían Barrancas, Guajacabo y Valenzuela, teniendo cada uno de estos tres partidos, va· rías aldeas con un total de seis mil ochocientos habitan· tes. El Zarzal era parte de la parroquia de Yara, con Yara·