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168 El Padre Esteban de Adoain El fervor religioso que nuestro Misionero despertó en aquellas gentes fué tan hondo, que determinaron edificar una ermita, para tener el consuelo de oir la Santa Misa al– guna que otra vez al año. Distribuyó libritos de devoción, estampas, rosarios, medallas, que recibían muy agradeci– dos. Así lo hacía el P. Adoain en casi todas sus Misiones, gracias a la munificencia del santo Arzobispo de Santiago, que le enviaba con frecuencia toda clase de objetos pia– dosos. La despedida fué de mucha emoción para todos. No hubo uno sólo que no acompañara al Misionero un buen trecho, repitiendo las frases de afecto y las promesas de perseverancia. Invitado por el santo Arzobispo a practicar ejercicios e spirituales, que iba a dirigir él mismo, se resolvió a re– gresar a Santiago con su compañero. «El día 13 de abril, tercer día de Pascua, escribe el Siervo de Dios, salimos de Mayarí-Abajo, y en más de dos leguas, nos acompañaron el Sr. Comandante y los princi– pales señores de la población. Desde Mayarí se cuentan treinta leguas hasta Santiago. Pero nosotros caminamos por los pinares, q ue se abrevia bastante. •A las dos leguas comienza la montaña, y la subida es escabrosa. Llegando a la cima no se oye más que cán · ticos de ruiseñores, y la vista se pierde en aquel vasto pi– nar. Los pinos son altos, corpulentos y lisos, semejantes a los abetos. ¡Qué riquezas tiene aquí el Gobierno y no saca ninguna utilidad de ellas! Más de treinta leguas de mon– taña tiene de Oriente a Poniente. »Se hallan tres arroyos en lo más elevado, y se conoce que las aguas nacen de minerales; son cristalinas, frescas y saludables. El arroyo del Medio y el llamado del Naranjo son bastante caudalosos. En lo alto de la montaña se en– cuentra una llanura de cuatro ..o más leguas de Norte a Sur, todo de pinos. Se hallan helechos lo mismo que en Jos Pirineos, pero son como árboles, con tronco grueso y sus ra– mas. »Pare las doce llegamos al cafetal de Mr. Lamar, en Piloto, donde pernoctamos. En esta hacienda hay árboles de pi~ienta, cuya hoja es semejante a la del laurel. Aquí nos prestaron bestias. Salimos temprano, y después de

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