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140 El Padre Esteban de Adoain ser descalificadas por el mismo Prelado Diocesano (1). Su celo apostólico no le permitía callar. Y era muy claro en señalar los males morales, como dijo el mismo P. Esteban a un hermano suyo (2), No imitaba a los oradorés elegan. tes que adulaban a los potentados para gozar de su amis. tad. . ' Continuó en La Habana hasta después •¿e comenzar la Cuaresma de 1851. Consta, porque predicó un Triduo los días de Carnaval y algunos sermones sueltos en las pri– meras semanas de dicha Cuaresma. Nuestro Padre Adoain, sabedor de que el santo Padre Ciare! había sido nombrado Arzobisp9 de Cuba y acababa de tomar posesión de su sede, abandonó La Habana el día 27 de marzo con propósito de presentarse ante el nuevo Prelado. Y en efecto,'llegó a Santiago el 19 de abril (3). El santo Prelado Claret. escuchó con serenidad al Sier– vo de Dios. A través de su narración franca, vió en .él un espíritu excepcional, una virtud extraordinaria. Y sin po– der contenerse.. le abrazó efusivamente y le dijo: «Desde hoy mismo será Vd. mi misionero y mi familiar. No tendrá Vd. asignación alguna, pero sano v enfermo será Vd. tra– tado como yo y desde hoy empezará a trabajar (4). · El mismo venerable Arzobispo, años más tarde, a lu– diendo en documento oficial a este incidente, escribió (5): ·El Padre Esteban fué asociado a mi Misión por circuns– tancias no casuales, sino providenciales. Es religioso inta– diable en su conducta y doctrina. No me toca calificar su salida de La Habana; sé que allí tuvo enemigos que lo– graron de algún modo indisponerle con aquel dignísimo Prelado; pero me consta que en el púlpito combatió con energía y santa independencia doctrinas erróneas.. Tam– bién me consta, y esto con plena certeza, que muchas gen- (1) Palabras del Ilmo. P. Claret, Arzobispo de Santiago de Cuba. Archivo nacional de La Habana, ibid. Escrito dirigido al Capitán General. (2) Carta de Holguin, 31 de agosto de 1853. (3) El P. Antonio Claret y Ciará, hoy elevado al honor de los altares, llegó a Santiago de Cuba el día 16 de febrero de 1851, tomando luego posesión de aquella Sede, es decir, dos meses antes (!¿ recibir la visita de nuestro Padre Esteban. (41 Cuaderno II del P. Esteban, pág. l. (5) Archivo nacional de Cuba. Copia registrada con el nú– mero 350 y Archivo del Vice-Postulador, Carpeta II, n. 18.

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