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El Gobierno de Corocos y el Podre Adooin 131 1 ¡ 0 s,; y recibía el expediente del proceso que constaba de doce folios. El 23 se constituyó el Tribunal, tomando declaración en Ja cárcel al Siervo de Dios. El 24 se le puso en libertad. La farsa anticlerical había terminado. El Padre Esteban podía tomar represalias explotando Ja indignación del pueblo venezolano contra los detentado- 1es injustos del Poder. Prefirió callar. Aunque procuraba ocultarse lo mejor que podía en la residencia de San Fe· Jipe, las muchedumbres no abandonaban la iglesia y el atrio; nadie podía reprimir sus entusiasmos y demostrado· nes de adhesión al perseguido. El triunfo de la justicia y del P. Esteban fué ruidosísi– mo. La confusión de Los Padres de la Patria enorme. Siem· pre sucede lo mismo. Jesucristo resucita; los fariseos, im– potentes, braman de cólera.

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