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126 El Padre Esteban de Adaai~ El día 30 de marzo predicó el P. Adoain el sermón de la Vil:gen de los Dolores en la iglesia de San Francisco. El texto de su sermón, ·que tenemos a la vista, nada dice re. lacionado con los disturbios de aquellos días, ni con las personas que suscitaron la persectioión religiosa. Pero co. mo el misionero no decía sus sermones al p ie de la letra, parece probable que enumeró las causas de los · dolores sufridos por la Virgen y de los tormentos de Jesucristo. Pa. rece cierto, si nos dejamos guiar por la declaración de un caballero amigo del Padre Adoain, que éste aludió a las persecuciones reiigiosas y a vejámenes sufridos por la Igle. siu en todos tiempos, afirmando que las puertas del infierno no ·pn;valecerán, y que los que se empeñan en hacer pe– dazos la piedra fundamental, serétn aplastados por ella, CO· mo dijo Jesucristo.· • Todo estaba muy bien en los labios de un apóstol. Pero disgustó sobremanera a los anticlericales del .partido gu– mancista, que se creyeron aludidos por el predicador, a quien atribuyeron la mala intención de denunciarlos ante el público y de excitar los ánimos contra los legisladores de la República. · Tanto el Sr. Guzmán como los primates del partido li· beral se frotaron las manos de gusto, creyendo llegada la hora de las venganzas y del triunfo de su programa. Lanzáronse ciegamente a cazar la presa. El fraile es· pañol que tenía embaucadas a las masas, caería con todos sus camaradas. Pero tratándose de un extranjero, había que cubrir la acometida con apariencia de legalidad. Había que evitar una nueva reclamación diplomática. Había que evi· tar la alarma de la opinión pública, que podría provocar otra crisis ministerial. Lo mejor era procesar al predicador: procesarlo y condenarlo a cárcel o a destierro. Así, ni más ni inenos, procedieron los fariseos contra Jesucristo. En efecto: El P. Esteban fué denunciado ante el Poder Ejecutivo, acusándosele de un delito de sedición contrq el Gobierno y demás autoridades constituídas. Pero.. . ¡qué coincidencia! La denuncia se recibió en el despacho del Ministro de Estado, esto es, en la madriguera de Guzmán: y sin más, fué llamado el Padre Esteban a declarar en el mismo despacho. . He aquí el Acta. Es curiosa y conviene conocerla: «En la ciudad de Caracas a 31 de marzo de 1849, ha·

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