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Er. Europa y otra vez en Venézuela , 119 ·dé la Constitución del Estado y del Tratado de Paz y Reco– nocimiento celebrado entre España. y Venezuela... Estos re– ligiosos (Capuchinos) viven consagrados a su ministerio, sin ser gravosos al Estado ni al público, prestando, por el contrario, .grandes beneficios al país... etc. El infrascrito es– pera de la reconocida rectitud y justicia que ·distingue al Gobierno de Venezuela, haga revocar la resolución quemo– tiva esta nota... » (!). Al mismo tiempo llegaba a manos del Ministro una ex– posición, fecha 5 de mayo, escrita y firmada por er P. Mu– rieta y siete Padres más, que vivían reunidos en pequeña Comunidad y que la remitían por medio del Sr. Arzobispo. En ella afirmaban que •nunca .los Capuchinos se compro– metieron a renunciar sus derechos de españoles; que al exigir ahora 'el Gobierno esta nueva condición, rehusan con perseverancia acceder a ella. Que, a pesar de esto, han servido al público desinteresadamente, incluso en días de epidemias, de fiebres y de viruelas; que siempre han res– petado las leyes del país y las han observado. El Gobierno no puede obligar a los Capuchinos a poseér beneficios. El Sumo Pontífice se ha negado a conceder esta excepción a pesar de las instancias con que lo pidió el Sr. Arzobispó... etcétera» (2). Ante estas reclamaciones del Cónsul y de los intere– sados y ante la actitud del público, el Gobierno cesó por entonces de hostilizar a los Capuchinos. ' Mientras el Gobierno trataba al P. Adoain con la des– consideración que hemos visto en el comunicado del día 27 de abriL en Maracay lamentábanse los hombres sensatos de . la inopinada salida del Siervo de Dios. Si a tiempo se hubiera tenido conocimiento de .ella, hubiéranse producldo ruidosas manifestaciones contra la decisión de un Ministro que para nada tenía en cuenta el bien de la población y , la santidad y rspetabilidad de un misionero tan presÚgioso. Ocultó el P. Esteban su salida para evitar protesta~ {1) Del Archivo Nacional de Venezuela, copia auténtica que obra en el Archivo del Vice-Postulador de la Causa de Beatifi– cación, Carpeta I, n. 27. (2) Eran los firmantes: P. Murieta, Antonio de Galgácano, Fernando de Logroño, Juan de Ayegui, Julián de Hernani, M1guel de Valdepeñas, Manuel AguiJar y el Hermano Fr. Francisco de Idoy. (Idem.)