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Én Europa y otra vez en Venezuela lll táriz. El hecho de haber sido recibido en a_quella casa ha– bla muy elocuentemente a favor de la virtud del Siervo de Dios, pues los pocos Padres que en ella moraban, ha– bían hecho propósito de no recibir sino religiosos muy acre– ditados por su espíritu de piedad y austeridad (l). Y no le honra menos su resolución de agregarse a la pequeña Co– mpnidad, de la que pregonaba la fama que era un prodigio de penitencia y que había renovado los tiempos de los más antiguos cenobitas. La pequeña casa de Ustáriz --pueblo próximo a Ba– ycna- había sido escogida por el P: Fidel de Vera para refugio de varios Padres de Navarra, que e:¡cclaustrados por la Revolución, deseaban vivir en Comunidad. Allí re– vistieron el santo hábito el día 21 de mayo. de 1842 los Pa– dres Juan de Vera, Sebastián de Vera, Fidel de Vera, An– gel y Miguel ·de Pamplona, agregándoseles pocos días méts tarde. el Padre Manuel de Esparza, el lego Fr. Fermín de Ecay y el Hermano oblato Manuel de Oricain. Había sido escogido este pueblo, porque « Ustáriz siem– pre se ha considerado comQ parte de las Guardianias de nuestra provincia de Navarra•• (2), y porque el Párroco de aquel pueblo, Mr. Saborots, se prestó a ayudar desintere– sadamente en la empresa de habilitar la casa. El Venerable P. Esteban de Adoain llegó, según se dijo, a Ustáriz en abril de 1846. Fué muy bien recibido por sus antiguos compañeros, que lo conocían desde los días .Ubrique elevaban desde el Alto Orinoco y Río Negro, amargas .quejas ante el Capitán General Sr. Marqués de la Torre, en el misino sentido. Y poco después, el P. Andrés de Cádiz, clamaba contra la tiranía del gobernador del Alto Orinoco D. Manuel Cen– turión. En 1773 era. el P. José de Soto el que hacía oír sus pro– testas desde. Meta y Apure. Y en 1776 el Padre Fidel de Cortes, misionero de ·c\-mabiche, se lamentaba de idéntica suerte, sin po– .derlo remediar. En 1798 el Padre Prefecto de Guayana, Buenaven– tura de Sabadell, quejábase contra el gobernador Felipe Inciarte. (P. Lodares Obra cit. t. I, p. 30 y 34; tomo II, 128; t. III 192.- Y A1·chiyo Prov. de Capuchinos de Pamplona, Carpeta «Maracaibo».) (1) Memorias y Observaciones sobre el establecimiento de los Capuchinos en Ustáriz. Libro médito del P. Angel de Pamplona, Pág·s. 22 y 25. (Archivo del Vice-Posttilador, Carpeta V.) (2) Ca1·ta del P. Angel de Pamplona al Rmo. P. Fermín de Alcaraz, 24 de mayo de 1842. Memorias y Observaciones, por el P. Angel de Pamplona, p. 21. Archivo del Vice-Postulador, Car– ,Peta V.