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CAPITULO X EN EUROPA Y OTRA VEZ EN VENEZUELA 1846-47 EL DESASTRE DE · LAS MISIONES DE VENEZUELA.-EN LA TEBAIDA DE US– TAR!Z.-OTRA VEZ A LAS AMERICAS.- PARROCO DE MARACAY.- RUIDOSA CONVERSION DE UN EX PRESIDENTE.- LA CONSTITUCION Y LA CARTA.– INJUSTICIA DEL GOBIERNO. - RECLAMACION DEL CONSUL ESPA!IOL. --RE- VUELO POPULAR Y DIPLOMATICO. N O es gloriosá la página que escribióel Gobierno de Venezuela desde el año 1843, con relación a las Mi– siones y a los misioneros, de los que se había declarado protector. Dos de los misioneros más abnegados y más vir– tuosos se vieron obligados a salir de la República. ¿Qué suerte corrieron los demás? Es muy_natural que desee sa– berlo el lector y .vamos a satisfacer su legítima curiosidad. Fracasó la Misión de Caribén, de la misma región de Apure, como pudo sospechar el lector al leer el capítulo anterior. El P. Ignacio Fernández, herido· de muerte por el hambre y las' fiebres, se retiró a Caracas, donde murió el día 21 de octubre de 1844, a los 33 años de edad. El Pa– dre Guillermo resistió 20 días más en Caribén, pero aco– sado por el vómito, hubo de abandonar a sus queridos in– dios, que al despedirlo, se le echaban al cuello sollozando. Los PP. Miguel de Valdepeñas y" Manuel de Aguilar, con– sumidos por la fiebre en Río Negro, pasaron ci: Guayana, ?stableciéndose e'n San Diego de Pozuelo y Aragüita; y en JUnio de 1845 en Caracas. Los PP. José de Mondragón y Joaquín de Valls, no sucumbieron a la furia de los micro- t

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