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- 14- CAPÍTULO IV. PARTÍCULAS UNITIVAS. Despues del nombre parece este el lugar apropó– sito para las partículas unitiva~. ;í fin de ir períeccio– nando por grados la oracion. Hay en carolino unas partículas que unen continuamente unas palabras con otras, y Jo mismo unas partes de la oracion con otras. Su importancia, ademas de la sonoridad, es que mu– chísimas veces dan á la oracion la fuerza del verbo ser y del relativo. Estas partículas son dos e y ni: y aunque unen al sustantivo con el adjetivo, al nom– bre con el verbo y ií éste con el adverbio; sin em– bargo, ahora pondrémos en pr;íctica la union de los dos primeros, dejando los demas casos para cuando lleguen las partes de la oracion correspondientes. Regla I. Cuando precede el sustantivo se em– plea la partícula nz' entre éste y el arljetivo. Regla II. Cuando precede el adjetivo se usa de la partícula e entre é:<te y el sustantivo: esto se verá mejor con Jos siguientes Pimohón ni . berg11el. Berguel e pimuhón . Na un ni bagá.... . Bagá e naun .... . Luóu ni rnaniguil • Maniguil e luóu ... EJE~PLOS. · 1 Hombre fuerte . . í . : j Casa grande. : J Sortija preciosa.

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