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ANUARIO MISIONAi. 85 la famosa Novena de N. S. de Lourdes a cuyas plirntas inmaculadas vien~n a depositar sus ofrendas de amor un número incontable de sus devotos. Otras solemnísimas funciones se llevan a cabo que patentizan de modo terminante el amor y la gratitud del pueblo fi– lipino a su celestial Madre... Vida parroquial. Es de advertir que convencidos los vecinos de cada pueblo de la necesidad y conveniencias de vivir en constante relación con su Párroco, han transmitido de padres a hijos el respeto, el amor y la adhesión a sus P11stores. A ello se debe que los feligreses acudan frecuentemente a su Párroco para sus necesidades tanto espirituales como corporales. Enfermos, a él acuden en demanda de medicinas; en apuros econó– micos, el Párroco es el gran banco gratuito del lugar. .. A raiz del advenimiento de la soberanía norteamericana, la po– sición relativa entre el Párroco y sus feligreses se alteró notable– mente en cuanto a las relaciones sociales. Los párrocos ya no ejer– cen la autoridad civil en los pueblos ni gozan de la influenci11 que tenían en los Centros oficiales. Ya no se destinan fondos públicos para las Parroquias, como acontecía durante el régimen espailol; viéndose los Párrocos en la precisión de recurrir a sus feligreses para sufragar los gastos del culto. No obstante el cambio de soberanía, en muchos pueblos de Fi· lipinas el Párroco católico sigue siendo el paño ele lágrimas de sus feligreses; todavía aeuden a él en los apremios de contribuciones territoriales, todavía le demandan medicinas que él da graciosa– mente... En cuanto a nuestras Parroquias podemos asegurar Que este espíritu de caridad está vivo y pujante. Es el espíritu franciscano vivificado en sus Hijos. La vida parroquial floreciente con sus es– cuelas gratuitas para niños, con las fervientes asociaciones del Apostolado de la oración, Conferencias de San Vicente, la Orden Tercera... con la frecuencia de sacramentos, con la contínua asis– tencia a los enfermos, con las relaciones mutuas entre el Párroco y sus fieles... es una prueba concluyente de que nuestros PP. Ca– puchinos al frente d~ sus Parroquias son los verdaderos padres de sus feligreses. Parroquia de Santamesa Esta Parroquia tiene a su cargo la asistencia espiritual de un Hospital de Tuberculosos enclavado en su Parroquia y sostenido por la Liga Antituberculosa que se desentiende en absoluto de las almas de sus enfermos. Nuestra Parroquia lo hace sin retribu
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