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ANUARIO MISIONAi. 75 Apoderados de estas islas los japoneses en 1914, y reconocido su'.mandato sobre ellas por el Consejo Supremo lnteraliado (1919) en virtud de ciertos tratados secretos ultimados en 1917 respecto al reparto de las colonias alemanas en caso de victoria, (Cf. •Diario de Navarra>, 7, Vil, 33) la Misión de Carolinas, donde tan maravi– llosos progresos realizaron nuestros Padres Alemanes (1), pasó en !921 al cuidado de los Padres jesu!tas españoles. No se crea que nuestros Misioneros abandonaron las Carolinas luego que los Padres Alemanes se posesionaron de la Misión. Al– gunos de ellos permanecieron con éstos, uno, dos y hasta tres años; La catedral de Po11ap6, levantada por loa CApuehlnot Alem1nt1 así Fr. Julián de Vidaurreta que salia para la Provincia en agosto de 1905, el P. Daniel de Arbácegul, que se retiraba de Yap en Ma- yo de 1906, pero sobre todos Fr. Sebastián de Sangüesa que no se embarcaba para Espafla hasta Febrero de 1907. Al alejarse definitivamente nuestros Misioneros de aquellos lu– gares en las naves que los transportaban a la patria, tengo para mi 11) El Rmo. P. General de los Jesuitas al exhor!Ar a los de Espaft• a que se hicieron cargo de aquellas Misiones, les escribía paro animarles, en 19 de Marzo de 1920: •En 1914 los Padres Capuchinos tenían en aquellas Misiones 14es– taciones o residencias mayores en las principatea islas; 9 rn.idenclas menores en diversas lsl•s; 63 escuelas y cinco internados con 900 niftos y ninu. Bautlzébanse cada a~o unos JO() adultoa. Habla 16 Padres y 16 llermonos Legos, mas 12 Reli· glosas Terciarias Regulares...• (CI. R. P. Gumerslndo de Eatella, O. ¡\\, Cap. Cró– nica del Congreso Regionol de Terciarios Franciacanos, c: Exposición Misional, p. 406, Pamplona. 19'22.)