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64 A~CARJO MISIOSAL muestras :ialpables de su actividad intelectual, publicando una Gra· mática-modestamente llamada Ensayo-de la lengua de Yap, que revela un atentísimo estudio de aquel idioma indígena. Acompaila a la Gramática un Pequei\o Diccionario y varias frases en forma de diálogo. Merecen plácemes los Padres capuchinos por el trabajo, y no podemos menos de hacer una recomendación especial de la obra a los aficionados al estudio de las lenguas•. (Cf. Mensaj. Seráfico Madrid. Septiembre. 1888. N.° 61.) En 1899 componía el P. Daniel de Arbácegui un •Catecismo de Doctrina Cristiana Hispano Yapense• que es una traducción, algo libre, del catecismo del P. Astete a la lengua de aquel pais, (1) y un diccionario bastante extenso pero antes '1e que lo diera a la estampa nos asegura el P. Vicente en su carta ya citada, vino el cambio de dominación, y as! debió de ir a parar a manos de los PP. Capuchinos Alemane::.. Al mismo compás marchaban nuestros misioneros de Ponapé en tan capital asunto; y así vela la luz en 189'2 un trabajo del Pa– dre Agustín M.• de Aríñez, su •Diccionario Hispano Kanaka• pre· cedido de alj!unas reglas gramaticales. Tambobong (Filipinas). En la imprenta del Asilo de Huerfanos. 1892. Págs. 186í 21 por 16 centimetros. Algún tiempo después publicó el P. Bernardo de Sarriá un pe– queilo devocionario, que no hemos tenido la suerte de ver, y mu– cho más tarde el P. Buenaventura de Alboraya imprimía el suyo hermosísimo, todo en kanako, titulado •Joulail Katek• que, verti– do al espailol, quiere decir: •Cristianos Católicos.• Tratáse en él del modo de santificar las fi<lstas, o de enderezar el pensamiento a Dios para Facilitar a los cristianos la vida eterna. Friburgo (Alema– nia) Imprenta de Herder. 1007. Págs. 304; 14 por 9 centímetros. Tampoco nuestros Padres de Palaos andábanse remisos en el estudio de la lengua de su Misión, pues amén de la gramática del idioma de aquel pais, que sin duda escribieron, como quiera que la– borab11n en su confección ya en 1893, según nos consta por el Rmo. P. Joaquin de Llevaneras {Anal, IX, 245) compuso el P. Luis de Granada en 1903 un «Catecismo de Doctrina Cristiana• todo él en la lengua de las Pelaos, y un •Devocionario.• Ignoro si se han publicado; solo sé que estaban listos para su impresión, pues ambos llevan la censura favorable del P. Silvestre de Santibáñez. Ambos manuscritos originales se encuentran en nuE-s· tro archivo provincial de Capuchino:. de Pamplona. Carecen de pa· (1) Tama~o del manu1Crito original: 18 por IJ cm.; p4g8. 150. HAiiase en el archivo provincial del convento de PP. Capuchinos de Pamplona.

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