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ANUARJO MtSIOl'IAL 55 perteneciente a la democracia de Kiti y otros reinos de Ponapé. La augusta ceremonia del bautismo, con¡;rmación y matrimonio de ta familia real fué conferida por nuestro Superior en estas Misiones, muy reverendo Padre Agustín de Arlnez, según lo solicité y era justo y razonable. Al rey se le puso el nombre de Miguel y a la reina el de Maria. La ceremonia fué solemne y duró dos horas por lo menos. Acto continuo, el muy reverendo Padre Superior dirigió un elocuente sermón en kanaka a los concurrentes, felicitando a Jos reyes, al reino etc. etc..... El muy ilustre Sr. Gobernador regaló a sus ahijados, entre otros presentes, varios trajes costosos y dos grandes anillos de oro, conhermosus ins· cripciones,obra de un artista de la colonia. He ahi, trazada a grandes rasgos y con tosca pluma, Ja gran· dios~ fiesta e intere– sante acontecimiento de la conversión al catolicismo de la fa. milia r<!al Kiti en la isla de Ponapé, capi– tal de las Carolinas Orientales.• Tan decisiva para Ja misión fuéesta con· versión de los reyes de Kit! que sólo unos meses después pedian a su vez el bautismo IOS reyes de U. y de Eclaa•dO y emlila reyczutlOI dt Not. Not (Cf. Mensajero Seráfico. Madrid. Noviembre, 1897. N. 0 171), y hasta el mismo Na– napey, rey de Metalanim, enemigo jurado, aunque oculto, del catoli· cismo y de España, confesó ingenuamente al Gobernador: •El bau· tismo del rey de Kiti es un gran triunfo para los misioneros católi· cos, pues los protestantes jamás pudieron conseguirlo.• Como magnifico fué también el triunfo que alcanzó en Yap el P. José Maria de Valencia, al convertir breves dias antes de su muerte al <jefe y gran Matrimats o, lo que es lo mismo, gran ins·
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