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52 ANUARIO M1Sl01'<AL La vida política y social en Yap es muy rudimentaria. Hay tan– tos reyes como aldeas; es decir unos ochenta, los cuales, aunque, al parecer, no se-diferencian de sus vasallos, ejercen gran autoridad sobre ellos. Todos tienen derecho de vida y muerte sobre sus s1íb– ditos, y administran justicia, castigando con la última pena el ase– sinato y el robo. Existen dos castas: la libre y la esclava; ésta proviene de pri– sioneros hechos en guerras con otras islas; los hijos de los esclavos sonlo a su vez, y su trabajo es para el dueño. La organización política en Palaos difiere algo de la de Yap. Varios reyes ejercen verdadera soberanía, pero los dos más impor– tantes son Abadul, en Koror, y Araclay, al Norte, en Artingol, sien– do los otros feudatarios de éstos. No existe la esclavitud, pero si las castas, que podríamos lla– mar nobleza, clase media y estado llano, tan hondamente separados unas de otras, como podrian estarlo en la Rusia de los Zares. Gobiernan estos reyes aconsejándose de la nobleza, y se re– unen en unos grandes edificios que llaman •la casa de los Consejos•. Forman el Consejo diez principales, entre quienes figuran los jefes del ejército y el que puede llamarse primer Ministro. También ejerce gran influencia en los reyes el acalid, especie de augur o gran sacerdote, que suele explotar a las gentes, hacién– dolas creer en su correspondencia con los espíritus. Cinco eran los ·reyezuelos que ejercían su soberanía en Pona– pé, correspondientes a los cinco pequeños reinos o tribus en que es– taba dividida la isla: el rey de Not, reino en que se hallaban encla– vados el gobierno de la isla, nuestra casa-central y la de los Meto– distas; el rey de U, el de Metalamin, el de Kiti y el de Chocas. La organización política y social de Ponapé era idéntica a la de Palaos. Al tomar posesión los españoles de la isla, dichos reyes fueron nombrados Gobernadorcillos ( 1) con las mismas atribuciones y preeminencias que los de Filipinas. (Cf. Anal. IV, 25) Dada la enorme influencia de estos reyezuelos sobre sus súb- (1) Era el Gobernadorcillo en Filipinas, durante la dominación española, un funcionario público, que desempef'laba en los pueblos los cargos combinados de agente de Ja administración. de Ja económica, de Ja justicia, depositario de la fe p6blica, y capitán de puerto en los pueblos costeros. Este alcalde, juet de pat y capltan de puerto dependía directamente del gobernador de Ja provincia. A pesar de que este cargo era penoso, ambicionábanlo codiciosamente los indios, movidos por su deseo de figurar y de enriquecerse, cosas ambas a que fádlmen· tese prestabael cargo de Gobernadorcillo. (Cf.j. Montero y Vida!: El Archipiélago Filipino, etc. C: Organización Política y Administrativa, ps. L00·16.l.)
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