BCCAP000000000000125ELEC

ANUARIO MISIONAL 63 de llevar adelante esta fundación. Desde luego las obras que se ha· gen este silo serán a expensas de la contribución, que no habrá más remedio que cargar a las estaciones, a menos que 11lgunas al· mas caritativas se compadezcan de nuestra miseria y nos manden algunas limosnas con expresa voluntad de que se empleen en la fundación de Peishui... Siquiera llovieran pata eso unas DIEZ MIL PESETAS!!! ... VI-AVANCES UROENTE:s.-Ninguna Misión debe concentrar to– das sus actividades misioneras a una pequeña porción del territorio que le ha confiado la Iglesia. Todo el territorio debe ser ocupado y evangelizado en las cuatro direcciones. Nosotros que aun no he· mos ocupado ni una cuarta parte del territorio a nosotros confiado, mal podemos dejar de pensar en avances. Avanzar cada año algo esa es nuestra ley; avanzar siempre con un plan bien determinado de avance. El grupo de cristianos qut hay en Likiatientse y a quienes el misionero debe visitar una o dos veces al afto, nos ha dado ocasión para explorar n11estro terreno y fijarnos en los puntos más estraté· gicos que inmediatamente deben ser ocupados. Nuestro plan de a– vance está ya fijado: hay que avanzar hacia el Oeste de la Misión. Deben emprenderse a la vez la fund11ción de dos Estaciones Misio– nales: una en Tsingning y otra en Shuílochen. Si aún no nos hemos lanzado a tal empresa, es por que siempre chocamos con la misma dificultad: la falta de medios económicos, pues dos Estaciones pri– marias alejadas de todo otro centro misional deben ser bastante completas y no deben dejar de tener su relativa comodidad p1ua el misionero y para sus obras de celo. Una Estación Misional completa debe contar ante todo con un solar suficientemente amplio para instalar en él la iglesia, la casa del misionero con dependencias para los huéspedes, la casa de los. fámulos y la de los catecúmenos, una escuela primaria, los graneros, el molino y la cuadra, una huertica, a ser posible. Además debe tener una parte independiente para mujeres con habitaciones pata las vírgenes catequist11s, para las catecúmenas, para las niilas de la. Santa Infancia, para una escuelita etc. Con sólo mencionar las dependencias que hacen falta en una Estación primaria uno se da perfecta cuenta de las considerables sumas que deben invertirse en su edíficación, por modesta que se le suponga. Pero muchas veces la mayor dificultad está en 11dqui– rir los terrenos. No se nos permite comprar, y el arriendo hay que pagarlo como une verdadera compr a, aunque no sea más que para,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz