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AXUARIO ,\\ISIONA~ 51 de superior, vino a Auak a hacer sus veces el P. juan de Barcelo– na. Este Padre había sido destin111do a Ponapé en Julio de i895 con el P. Buenavt:ntura de Alboraya y lo~ HH. Fr. Ricardo de Beniga– mln y Fr. Jaime de Zandio. Con todos los predichos Padres vivió de socio en Auak Fray Sebastián de Sangüesa, hasta que se lo llevó a Santiago de la As– censión, al ser elegido Superior, el P. Luis de Valencia que era un ferviente admirador de las múltiples y magnificas dotes misioneras de nuestro Fr. Sebastián. Por último quedó, también solo en esta residencia, ha:.ta la llegada de los i'P. Alemanes, Fr. Julián de Vidaurreta, renovando por espacio de dos ar'los seguidos las mismas gestas heroicas, que cuatro antes llevara a cabo en Chocas. ¡Bendito Dios que regaló a nuestra Misión de Carolinas misioneros de tan franciscano temple como nuestro Fr. julián de Vidaurr~ta. Residencia de Nauponchap, (en la tribu de Not.) Estaba ya P.rigida para 1900. Tenla su iglesia, cuyo titular desconocemos, y su escuela. Fundáronla, según parece, el P. juan de Barcelona y Fr. Ricardo de Benigamín. Residencia de Roí, (en la tribu de Kiti). Fué levantada, en vez de la Aleniailg, desaparecida, como apuntamos anteriormente, en 1898. Su er~cción data de 1000, así como su capilla, dedicada a S. Félix de Cantalicio, y su escuela. En ella misionó incansable y con rico y abundante fruto el P. Buenaventura _de Alboraya. Esto es todo cuanto en punto a fundaciones y personal he po– dido encontrar. Muy d~ficiente desde luego, pero lo escrito báste– nos para saber que unos hermanos nuestros vestidos de nuestro hábito y calzados con las sandalias de la penitencia y el buen ejem– plo, tendieron como una red por el suelo de tan remotas tierras sus casitas, iglesias y escuelas, que fueron entre aquellos islotes de barbarie las avanzadas del ejército del bien contra los del mal y los faros de vivlsima luz católic11, que ahuyentaron de aquellas is– las las tinieblas del paganismo y la herejla. CAPITULO CUARTO Propagación Intensiva Habiendo ya asistido a la expansión geográfica y numérica de nuestros misioneros, detengámonos un punto sobre su penetración social.

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