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124 ANUARIO MISIONAL rece haber estado entre Tsingning cheou y Pingliang, cerca de las montailas del Liu-pashan. Las sacudidas debieron ser tan temóles que según dicen los que presenciaron, se veían como subían y bajaban las casas, y los árboles se doblaban hasta el suelo. Del terrible terremoto del 23 de Mayo de 19127 escribe el Vicario Apostólico de Lanchow: •Fué un cataclismo tan espantoso, que yo creia llegaba el fin del mundo. Fué un verdadero prodigio que hubiésemos escapado de la muerte. En 70 kilómetros a la redonda no quedaron más que ruinas. No se sabrá jamás el número de muertos: 50.000? 100.00ó? El 23 de Ma– yo fué para nosotros como el día del juicio.• LaReligión del pueblo:-EI pueblo Kansuano, como la mayor parte del pueblo chino, aunque tiene una idt!a confusa de un ser Su– premo, a quien llaman •Lo-tlen - ye,, carece en absoluto de ins– trucción religiosa, y no se da cuenta de los deberes del hombre para con Dios, ni de la na· turaleza del alma, y desconoce por com– pleto el fin para que el hombre ha sido creado. No Óbstante, reconoce que necesi· ta una ayuda superior e invisible que le pro· teja y le asista en sus necesidades. Aunque las princi· pales religiones del Kansu son el Budis· mo, Taoismo y Con· fucianísmo, pocos son los que profesan una sola dt! estas religio· nes. En general se puede decir que la re· ligión del puebloKan· Muano es una mesco– lanza de budismo, taoísmo y confucia– nismo, pues practica a la vez los tres cul· tos sin preocuparse KANSU (Ch lna).-Monte cercano a le ciudad de Kingchow en el que se veneran a más de diez nill !dolos