BCCAP000000000000125ELEC

110 ANUARIO MISIONM. 7"\isioneros al 'J\ansu (19 3 4) A el 26 de agosto del 34. La Iglesia de los PP. Capuchinos de San Sebastián, con su amplísima nave, con sus coros y tribunas espa– ciosas resultaba pequeila, insuficiente, incapaz para ccomodar a la muchedumbre que allí se daba cita. Aquella multitud tan heterogénea, allí congregada, tenfa en su mente una sola idea; todos aquellos corazones eran dominados por un mismo e idéntico sentimiento; el centelleo de la mirada, no tenla más que un único centro de enfoque: la vista del presbiterio. Las caravanas alegres, bullangueras, de excursionistas, que desde Estella, Artabia, Berblnzana, Pamplona y Villava se organi– zaron, no tuvieron ningun frn de esparcimiento mundano, Ói tan siquiera de excursión veraniega, para pasar el domingo en la pla– ya de la Concha, o en la Plaza de Toros. La Iglesia de Ntra. Sra. de Lourdes de San Sebastián absor– bía a todas esas muchedumbres, que daban áSan Sebastián la nota, de su verdadero valor espiritual. Son las 4 de la tarde. La presencia de cinco jóvenes religiosos Capuchinos, lo con– centra todo, y todo lo explica. Sus nombres, como nombres de leyenda oriental queden impre– ~os para la lista de los que hicieron ,Jazaflas sin contallas". Sus nombres... serán reguero de luz de una civilización llevada en alas de la fe a un pueblo errante en tinieblas de paganismo. Sus nombres.... P. Rainerio de Lizarza, P. Vidal de Pamplo– na, P.Jenaro de Artabia, P. Leonardo de Berbinzana, Fray Dositeo de Albistur, llevan el recuerdo evocador de una raza de héroes, siempre más erguida, cuanto más fuerte el vendaba! de la persecu– ción quiera tronchar genios de raza,¡ indómitas, corazones intrépi– dos descendientes de incansables aventureros. Nombres de gloria.... para la patria, para la Orden Capuchi– na, para la Iglesia, para Dios. Sus inteligencias dominadas por ese ideal, cantera i111agotable de heroísmos, ,.más allá", se ven saciadas de realidad. Unos mo– mentos más.... y se oirán los ecos de un " adiós de despedida." De esa despedida, que tan fuertes emociones deja en los corazones; esa despedida, que arranca siempre tan amargas lágrimas.