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ANUARIO MISIONAL 33 la lleva puesta. Y sin embargo la boina vasca sienta muy bien en cabezas chinas. Lo estaba viendo en un grupo de jóvenes rojos que tocados de esta airosa y gallarda prenda subían delante de mí, las alturas colindantes de Luixejo; y si en vez de fusiles al hombro portaran en las manos sólidas estacas o makillas mi ilusión hubiera sido completa; hubiera soñado que me hallaba presenciando los ejercicios y evoluciones de un grupo de mendigoxales vascos. En balde, claro está! La de mi uso particular pasó a la cabeza deKao· e1 P. Fernando absotvltndo a 11.1& compafieros. (Cf. n. 0 13. A las puertas de la hermana muerte ) kang, jefe de la caballería, speaker de la cofradía, un hombre de mucho arrojo que comi:tió no pocos crímenes. Muchas veces hablé con él, y te prometí una boina roja si trabaja:ia por mi libertad. No· té que hacfan mucho aprecio de estos cubre-cabezas. Quizá sean más saludables que los maotze, sombreros de piel y lana que usan ordinariamente los chinos. Los maotze, producen en muchas per– sonas dolores de cabeza y, lo que es peor,congestiones cerebrales que tiene a veces consecuencias funi:stas e irremediables. El in– conveniente de la boins de di:jar al aire libre las orejas puede re· mediarse fácilmente. 31.- Las apariencias enf!añan. Tan placenteramente distraido iba yo contemplando aquellos 3

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