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A.'IUARIO MISIO'.'\Al. e hirieron a flechazos a uno de nuestros misioneros que difí· cilmente escapó de sus manos. Con frecuencia se hacía ne– cesario que los indios civilizados salieran del pueblo para re– peler agresiones, entablándose combates a flechazos a po– cos pasos de distancia. Casi todos los años había que lamen·· tar tragedias. Pintara retrato de Pr. P-ra.nclsco de Pamplon •· Las victimas: Padre Javier de Tafa/la. Se trasladó a la Misión en ef año 1752, formando parte de la primera expedición. Tenla dieciocho años de Hábito. Fué destinado al pueblo de Tinti– ni, situado en la falda de la sierra Perijá. En su fundación trabajó el mismo Padre Javier. La iglesia, dedicada a Nues– tra Señora de la Concepción, era de hojas de palma. Los in-