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238 A~UARIO MISIO!'IAL Y un nuevo centro lleno de entusiasmo y con no pequeffos arrestos se levantó en Alsásua, organizado y dirigido por el R. Pa– dre jesús de Cañas, quien introdujo en su organización, al igual que en el centro recientemente establecido por él en Sangüesa una mo– dificación peculiar, cual es la de atender a las iglesias pobres. Mas no ha sido esta modalidad obstáculo, quemermara la acti– vidad o retrasara el trabajo por la Misión, y la prueba evidente la tenemos en el mismo Ropero de Alsásua, que en un año escaso de trabajo, preparó una bonita exposición, bien nutrida de ropas de to– das clases, y de variedad de objetos del culto, que llamó poderosa– mente la atención de cuantos la visitaron. El frío de sus montañas no pudo hacer descender el calor misional que en aquellos pechos Alstisua. Grupo del Ropero de tLa Divina Pastora> ardía, y con estos ardores santos pudo realizarse esta obra grandio– sa, que se continúa con entusiasmo y con amor. Sin que hayan tenido una organización tan metódica como los centros misionales citados, son dignos de nuestra atención y de nuestro aplauso los grupos de Zaragoza, Hijar, Tudela, Las Arenas, que trabajan por un misionero particular, a quien conocieron por sus relaciones epistolares, o por haber residido en esos nuestros con– ventos. A todas estas fervorosas misioneras dedico muy complacido aquellas mismas palabras, que escribí, cuando por vez primera, pre-