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ANUARIO MISJOSAL Rdmo. P. Gregorio de Aldaba y Andrés de Lizarza, durante los días de su cautiverio; enriquecidos con la dolorosa pasión que en es· tos momentos (Diciembre de 1933) sufre misionero tan arriesgado como el R. P. Fernando de Dima entre el furor despótico de los comunistas: aquellas vidas segadas en la flor de sus años, P. Ful· gencio de Bargota y Simón de Bilbao, todo ese cúmulo de desgra· cias, de dolores, de martirio, de sufrimientos en los que se acrisoló el esp!ritu misional, fué la mirra ofrecida a Dios, y el Padre Celes· tíal responde generoso, derramando sus doaes y susgracias, hacien– do se descorra el velo sombrío que en densa niebla cubría el camino de la verdad, y que resplandezca la luz, esa luz diáfana, que gula los pasos de los pobres kansuanos hacia Cristo, y que forma ya la aurora venturosa de un risueño amanecer que precede al despertar alegre de todo un pueblo, que se levanta en busca de la Verdad y de la Vida, y que muy en breve esa luz extenderá sus irradiaciones esplendorosas hasta los últimos rincones de King-yan-tao, pro– yectadas por el sacerdote índfgena, que quiere con ahinco, con pa· sión, la salvación de su raza, de su pueblo en Cristo jesús Rey de la humanidad. · BI pueblo Infiel e.apera pensadvo el momento de ver satisfecho su urso:roso anhelo: cTamblefn nosotros queremos veraJesti.s Salvador.> ....