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ASIJARIO M.ISIOXAL 223 los pocos días volvla comoletamente restablecido a su casa. Es tal el agradecimiento que hacia nosotros sienten, que contfnuamente nos traen obsequios; pero nosotros lo que verdaderamgnte estimamos es el cariño que nos conservan , para ir después poco a poco conquistándolos para la religión. (Carta de Fr. Francisco de Zabalza, Plngliang 3 l· 1933.) La adjunta fotografía que aparece en estas páginas, es prueba de la gratitud que uno de los oficiales de la tropa siente hacia el R. P. Femando de Dima, quien acertó a curarle de una larga y penosa enfer· medad. Hoy día vive tan recono· cido a este favor del misio· nero, que los religiosos creen tener muy bien defen· didas sus estaciones misio· nales, por la vigilancia y et interés que por los misione· ros y sus cosas siente e~te general de las tropas regu· lares. No faltan ingratos, que después de una lar,e:a enfer· medad, pasada en et hospi· tal de la misión, salen sin acordarse de los beneficios recibidos, repitiendo la es· cena evangélica de los le· prosos limpios por J esu· cristo. Médico doctorado e n Shangbai Varias son las cartas, que el Rdmo. P. Prefecto dirigía a los Superiores de la Provincia, interesándoles porque les proporciona· sen un buen médico europeo, aunque no deja de insinuar su preo– cupación por los gastos que ha de ocasionar, y sobre las dotes mo– rales que le han de adornar. Este asunto de capital importancia para la misión, y al que no se crela posible dar una solución satisfactoria, ha sido resuelto en el pasado año, merced a las gestiones que el M. R. P. Provincial realizaba con el Rvdmo. P. General de la Compañia de jesús, para ,

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