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ANUARIO MISION_'A_L ______ _ __:2_:_17_ ana famllla cristiana. Existen hoy dla algunos cristianos, emi– grados de otras provincias, pero son los más pobres entre los pobres., (1) Y de la relación que con la misms fecha remite a nuestro Re– verendísimo P. General copio estas palabras que dejan entrever 111s magnas dificultades con que tropiezan., Atendidas las cir– cunstancias de esta nueva misión, en la que es preciso levan– tar muchos edificios, y han de prepararse las Obras e Institu– ciones misionales, el progreso de la civilización y de la dila– tación de la fe, aún en años posteriores, es fácil no responder ni en el número, ni en los frutos, a /os deseos que nuestro áni– mo encierra.• (2) Optimismo en l a adversidad y fortaleza en la dificultad Ciertamente que la vida y costumbres de los moradores kan– suanos (en los capítulos anteriores transcritas) unida a esta pobre– za, dentro de la cual tiene que desenvolver el misionero todas sus. actividades y energías, contribuyen A echar por tierra las más ha– lagadoras esperanzas, y ante el campo cubierto de espinas, y sin medios precisos para trabajarlo, el optimismo más pujante parece sucumbir; pero si el esplritu comodón y el hombre regalado y afa– noso de su bienestar material se espanta a la vista del trabajo que· se le ofrece, y abandona la empresa al primer choque de la contra· dicción, y declara la bancarrota de todas sus energías ante la difi· cultad, le sale al paso, el hombre de espíritu ft.:erte, y que sabe er valor del sacrificio, se crece en los momentos difíciles y surge el. héroe, que admira, arrebata y arrastra tras de si. Cada misionero un héroe. La estadistica de 1933 Conocidos por nosotros los inconvenientes apuntados en estas páginas, parecianos obra de titanes, el poder presenlar, aún en el espacio de tiempo demasiado largo, un avance risueilo y alentador del apostolado de nuestros misioneros. Dominados por la idea un tanto pesimista, que sobre t-.stas conquistas abrigábamos en nues· tro interior, muy en pugna con los sentimientos de optimismo que nuestros misioneros exponían en su correspondencia, no llegaba (1) Relación anual al Emm. Card. Van Rossum, Pref. S. C. de P. F. Pin· gliang 19.IO . ('2) Relación al Rdmo. P. Ministro General O. F. ~\. r,ap. por el Reveren· dlsimo P. Prefecto. Pingliang tnJO.

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