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ANUARlO MISIONAL 209 La despedida Es digno de anotarse en estos apuntes históricos sobre la nue– va Prefectura de Pingliang, la despedida de este grupo de misio– neras, por ser 111 vez primera , que este emocionante acontecimiento tenia lugar en San St>bastián, donde lo reclamaba la generosidad del pueblo donostiarra, que tanto se habla interesado por la misión, y de tantas maneras la favorecía. El dla 25 de Octubre, en la magnífica Iglesia Parroquial del Buen Pastor, adornada e iluminada como en sus mayores festivida· des por iniciativa de su celoso Sr. Cura Párroco, qué al igual que los demás seilores sacerdotes adscritos a la Parroquia nos dispen– saron toda clase de favores y de f.acilidades para el mayor esplendor de la fiesta, tuvo lugar la solemne función de despedida, a la que precedió un octavario misional en nuestra capilla de la Virgen de Lourdcs sita en la Calle de Oquendo, y el mismo dfa 25 una confc– rem:ia con proyecciones en el Salón Noved11des sobre el Kansu. La novedad del acontecimiento, nunca visto en aquella capital, llegó a interesar en tal forma al católico pueblo donostiarra, quera– ras veces se habrá visto como en este dia ser insuficientes las am– plias naves del Buen Pastor para cobijar a tanta muchedumbre, que se apiñaba compacta para contemplar la ceremonia religiosa. La ciudad coqueta y frívola del veraneo cosmopolita tuvo la prueba más evidente de la fe de sus moradores y del acendrado sentimiento religioso de sus naturales, ofrecida en esta tarde a es– tos misioneros y misioneras, a los que despidieron con lágrimas en los ojos, con la emoción más conmovedora en su corazón, con la generosiJad más espléndida y desinteresada dt: sus limosnas y ob– sequios. Recuerdos gratos que perduran en la bella Capital Guipuzcoa· na, como permanecen vivos e imborrables en los misioneros, y en los que tuvimos la satisfacción de vivir estos momentos de intensa emoción misional. Gloria a San Sebastián, ya que tan desvirtuados o tan falsa– mente reconocidos son sus grandes valores espirituales por los que no conocen el alma del pueblo, sino que fijan su curiosidad en la vistosidad efímera de unos meses de placer, con los atractivos del extranjero indiferente, del veraneante acaudalado y rico. Al día siguiente una rápi4a visita al Santuario milagroso de la Virgen de Lourdes, y para el día 7 de Noviembre estaban en Bar– celona para embarcu en la Compañía Bremen, y después de un viaje de 47 días por mar, pisaban tierra en Shanghai, en la festivi· 14