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A.~CARIO MISIOi;AI. 183 en lo humano, pdra abandonar la religión del gran profeta .Mahoma. Si por la edificación tan múltiple, a veces hasta suntuosa, de las pa· godas, nos es dado conjeturar sobre el espíritu religioso de un pue– blo, en verdad, que podemos afirmar, que pocos serán los pueblos que puedan rivalizar con el kansuano, que cuenta tan solo en Pin· gliang con un total de más de 50 pagodas, cada cual con sus co– rrespondientes bonzos, que cuidan de ellas y del cutio de sus res· pectivos dioses. !" Esas muchedumbres, pues no es exagerada la cifra del 80 por ciento, que no profesan religión alguna, impulsadas por un movi· miento innato hacia un SER SUPERIOR adoran multitud de !dolos, representados en mil diversas formas y en actitudes ridículas, no ofenden al sentimiento del pueblo, pues con la mayor humildad y reverencia le lleva sus dones, y lo mejor de su hacienda; pero co· mo, escribe el P. Félix de Arbizu, •he visto, muchas veces, a gen· te llevando comida y vino para alimento de esos dioses: y aunque he subido muchas veces a la pai?;oda, por estar emplazada en un lugar muy fresco, ninguna de las veces les he sorprendido comien· do. Pero allí, detrás del altar, allf sí que vi comiendo a un bonzo re· choncho con varios camaradas suyos en el oficio, y por cierto con tanta avidez, que ni se percataron de que yo les estaba mirando. (1) Tan naturalista o materialista es Fa idea que tienen preconcebida so· bre Dios, que no son capace.s de comprender ninguno de los atribu· tos que infundan confianza al hombre, como su bondad y su amor: siempre el temor a su justicia irritada es la idea predominante en estos desventurados, vilmente engañadeis por espabilados adivinos que dulcemente les explotan en sus bienes, obligándoles a inaudi· tos sacrificios y a cuantiosas ofrendas para aplacar y calmar el es· píritu irritado de sus dioses, que descontentos por sus obras reali· zedas envían toda esa lluvia de calamidades inauditas. Con dioses tan ridículos y tan extraílos guardan lógica ilación, las ideas extravagantes que tienen sobre el alma y sobre los dog· mas de ultra-tumba. Idea sobre el alma. Premios y castigos Dada la diversidad de dioses unida a la diversidad de religio· nes, parece que debieran tener diversidad de opiniones sobre la concepción del alma humana: pero cosa rara , en este punto todos tienen la misma concepción e idénticas ideas, llegando a la unifica· ción más conforme de todas las diversas filosofías, pues todas ad· miten el alma humana según la doctrina Budista. (1) Corra del P. Félix de A.