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ANUARIO MJSIOSAL 147 miembro de nuestra Provincia. Muchas de las limosnas que, desde esa fecha hasta 190(, fueron conseguidas para sostenimiento del Colegio Seráfico de Alsosua, se deben a la diligencia y &precio del Padre Fortunato, siempre sonriente cuando se le hablaba de nuestro pl..ntel misionero. A los 84 ailos de edad cayó enfermo, y después de una doloro– sísima intervención quirúrgica, acabó sus días en Mayo de 1907. Su cadáver estuvo tres dlas expuesto al público para satisfacer la de· voción de Jos fieles; y aunque custodiado por agentes de policía, no se pudo evitar que se llevaran pedazos de su hábito como reliquias; y aun fué necesario repartir todos los objetos que le habían perte· necido. Todavía se invoca al P. Fortunato, sobre todú en favor de los niilo:s enferm9s. En el año 1918 abriéronse algunos nichos del cementerio con· ventual, en que se halla sepultado; se examinó su ataúd y con gran admiración se vió que su cuerpo estaba intado P. inrom1pto, perma· neciendo igual duri;nte los cinco días que se le tuvo descubierto, mientras se construía nuevo ataúd. De este suceso quedó relación minuciosa en el Archivo del convento de Santiago. Padre Angel de Villava Nació el día 29 de Febrero de 1853. Pasada la guerra civil, en cuyas campailas tomó parte activa, terminó sus estudios ecle· siásticos en Pamplona y celebró su primera Misa en Villava el día 29 de Marzo de 1879. Regentó la Parroquia de Astrain cuya pro· piedad le fué adjudicada en concurso. Ingresó en la Orden toman– do el santo hábito en el convento de Fuenterrabfa, el dfa 17 de Septiembre dP. 1881. Luego de su .Profesión, fué destinado al con· vento de Montehano, en calídad de profesor de la Escuela Seráfica. Durante el cólera de 1885 asistió a los apestados en Cáseda y Ga– llipienzo, haciéndose acreedor al agradecimiento de aquellos vecin· darios y a los elogios del Vicario General de la Diócesis, por su heroico comportamiento. Siendo Profesor ce Teología y Vicario del convento de Arenys de Mar, se trasladó como misionero, a la provincia de Esmeraldas, de la república del Ecuador. El piadoso Obispo de Portoviejo, lltmo. D. Pedro Schumacher, habla solicita– do algunos religiosos Capuchinos para evangelizar aquella región, en que vivían muchos negros e indios kayapas. Y el día 25 de Agos· to de 1888 se celebraba en Fuenterrabfa la despedida de una peque– íla expedición compuesta por nuestro P. Angel, P. Gaspar de Ce· brones, Fray Modesto de Castellón y Fray juan de Villava. Todos
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