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ANUARIO MISIONAL 141 El destierro de ambos misioneros fué una desgracia para Rio– negro, pero resultó sumamente beneficioso para Guatemala, don– de fijaron su residencía. El Gobierno de esta república, al tener no– ticia del heroico comportamiento de los misioneros Capuchinos de Venezuela, se dirigió por mediación del lltmo. señor Viseri Obispo de San Salvador, a la Santa Sede pidiendo algunos religío– sos Capuchinos. Su Santidad ofició al P. Alcaruz para que enviase a Guatemala seis Padres de los que en Venezuela se hallaban, que con los dos de Guatemala, pudiesen fundar un colegio de misione– ros. El Prefecto Padre Murieta, tan pronto como recibió la orden, comenzó los preparativos para cumplirla. Pero los fieles de Cara– cas se alarmaron so)remanera..Y las autoridades eclesiástica y ci– vile se opusieron en~rgicamente a la salida de los 'misíoneros. Por entonces qui;daron solos en Guatemala los Padres Mon– dragón y Valls. Nunca se despojaron del Santo Hábito; y ejercían con ardor el apostolado, sirviendo de gran edificación al público por su celo, austeridad de vida y religioso fervor. Realizaron en el arruinado templo deNuestra Señora de Belén algunas obras de re– paración. •Cosas y servicios-dice el Cronicón-que aficionaron los ánimos de los fieles a la religión Capuchina en tanto grado, que muchos deseaban ardientemente se estableciese allí nuestra Orden para reformar las costumbres, fomentar la pal y dili.tur el imperio de jesucristo>. El Gobierno reiteró su petición, por medio del Pa– dre Valls, que con tal objeto se trasladó a Europa. Por fin, a principios del año 18.52 arribaron a Guatemala dos nuevos Padres , varios legos y tres aspirantes al Santo Hábito; los cuales se establecieron en el ruinoso conver.to de Betlemitas de Antigua Guatemala, en que más tarde llegó a albergarse una numerosa comunidad. El Padre Mondragón continuó su vida de predicación y de ser– vicio de Parroquias a las órdenes del señor obispo, que lo era por entonces Don Francisco García Pelaez. lgnórase la fecha de su muerte. Debió fallecer antes de 1812, porque su nombre no se ha– lla en las listas de religiosos de Guatemala y El Salvador. Padre Pedro de Usún En la humilde aldea de Usún, oculta en la vertiente oeste de la sierra de Leire, vió la luz primera nuestro biografiado el día 20 de Febrero de 1829. Llamóse en el siglo Joaquín Carlos ltoiz. Escogi– do por Dios para el Sacerdocio, celebró su primera Misa el día 3 de Marzo 1855.
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