BCCAP000000000000125ELEC

AXUARIO MJSIOSAL 11 aunque hubieron de sufrir muchísimo por parte de los lute– ranos holandeses, continuaron su labor con heroica constan– cia. Más tarde los Padres italianos llegaron a tener cuatro Prefecturas y cuatro Vice-Prefecturas en el Brasil En el siglo 19 fueron entregadas a los respectivos Ordinarios, aunque la Orden no ha abandonado allí su puesto de honor, habiendo además adquirido Ja Prefectura de Alto Solimoes. En 1901 fueron muertos sangrientamente cuatro Padres en Alto-Ale· gre por indios selváticos, mientras se hallaban en los Oficios Divinos en Ja capilla. Y la misma suerte corrieron seis reli· giosas Capuchinas que cuidaban a los nii'los. En la leprosería de Tocunduba sucumbió, atacado por Ja terrible enfermedad de la lepra el P. Daniel de Samarata en 1924, que durante nueve años había sido, como apóstol, el consueto de tos enfermos. La Orden Capuchina evangelizó otras regiones de Amé· rica y fundó nuevas Misiones en siglos pasados. Las de Ca– nadá fueron fundadas en 1632. Y en el mismo siglo 17 tuvie· ron origen las de Islas de San Cristóbal, Guadalupe y Santo Domingo. En el siglo 18 empieza la época de oro de las Misiones Capuchinas, por haber alcanzado la Orden su máximo desa· rrollo en Europa. Acontecimientos de mayor importancia son Ja espiritual conquista del gran reino del Thibet y la fundación de Misio· nes en Rusia. En 1707 llegaron a Lhassa, capital de Thibet, tres Pa· dres cuyo director era el P. Francisco de Tours, realizando una empresa en extremo arriesgada. El viaje les costó cuatro años, muriendo en el camino tres misioneros. fueron recibi· dos por el rey y por el gran Lama con demostraciones de ad· miración y benevolencia, otorgándoles un Diploma de favor. La medicina y la literatura valiéronles no menos que el apos– tolado, para obtener grandes y positivos éxitos. Y aunque en 1744 la persecución suscitada por los Lamas malogró la M i– sión de Lhassa, Jos Capuchinos no abandonaron totalmente aquel lejano país, quedando en pie la Misión Thibet· lndosta– na, fundando inmediatamente las estaciones de Katmandú,