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ANUARIO MISIONAL 103 pro Mlssionibus, y se procedió en Roma al nombramiento del Su– perior Regular que recayó en el M. R. P. Ignacio de Pamplona. Como comprobación del interés que la provincia de Navarra·Ara– gón tuvo en esa época de actividdd, haré notar que los MM. Reve· rendos PP. Provinciales Antonio de lroz, Joaquín de Beriain e llde– fonso de Ciaurriz visitaron, durante sus respectivos periodos de Pre· lacia, la Misión de Chile y Argentina, impulsando siempre las obras allá emprendidas y prometiendo aún mayor solicitud para ayudar en el apostolado. Demuestra también el favor y confianza de los Pre– lados chilenos el hecho de que en pocos ailos todas nuestras igle– sias misionales hayan sido erigidas en parroquia~. fuera de la de Constitución, siempre por reiteradas súplicas de los Sres. Obispos de Santiago y Concepción; lo cual ha intensificado notablemente el trabajo y aumentado nuestra responsabilidad con la cura de almas, que de otro modo eran muy mal atendidas por imposibilidad del ele· ro secular aun dentro de los limites bien urbanizados. Los acontecimientos más salientes de 11c¡uP.l primer periodo ca· nónico, además de la constante predicación misional y de la inten· sificación de todas las obras de ce.lo y de piedad en nuestras Resi– dencias, fueron la fundación de la Revista Catequistica Diocesana de Santiago, cuya dirección, redacción y administración se entregó a los PP. Capuchinos durante cuatro silos, hasta que de ella pudie– ron hacerse cargo los Sres. Sacerdotes del Seminario. El magnifi– co Congreso Nacional de Terciarios tenido en Santiago en 19'.21 pre– parado por el P. Comisario de Tierra Santa O. F. M., y por el Pa– dre Superior Regular, en el que tomaron parte activa todos los Obis– pos y todas las entidades sociales y aun políticas de la República. Como consecuencia del Congreso el día 7 de Mayo de 1922, el Re· verend!simo Sr. Arzobispo de Santiago proclamó a S. Francisco de Asís, N. Padre, patrono de todas las obras sociales en una gran Misa Pontifical oficiada por el Excmo. Sr. Nuncio Apostólico Mon· seilor Aloisi Masella en nuestra iglesia de Santiago. Como preparación al gran Congreso Nacional Eucarístico ce– .lebrado en Santiago en Septiembre de 1922, el Rmo. Sr. Arzobís– pó de Santiago aceptó la iniciativa del M. R. P. Ignacio de Pamplo· na para que se diera una Misión colectiva simultánea en las iglesias principales de la Capitul de Chile; y efectivamente, la Comisión presidida por el M. l. Sr. Vicario General e integrada por el Supe– rior Regular de los Capuchinos, el Superior Provincial de los Pa– dres Redentoristas y PP. del l. Corazón de María, consiguió reunir 110 misioneros que predicaron durante diez d!as en cincuenta igle· sias de Santiago con un éxito insospechado, durante todo el mes de