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-9 13- UTestigos son esta cruz y clavos que aquí parecen; testigos estas llagas de piés y manos que en mi cue~po quedaron, testi gos el cielo y la tierra delan te de qmen padecí; testigos el sol y la luna que en aque lla hora se eclipsaron. (Fr. Lui s de Granada.) Apóstrofe. (1)-C ons iste en val"iar el cur so natural d~ la frase des vi,rndo la a tención de los oyente::. 6 lect ores, pa ra dirigir la pa labr a con veherpen cin á Dios, á la natura leza, á un a ó val'ius personas presentes ó ausentes, vivas 6 muerta s. Si la apóstrofe se dirige á se res abs– tractos ó cosas i'nanimadns, se comete además la p ersoni ficación de ter ce,· grado. Ejemplo~: ¿Y dejas, pastor santo, Tu grey en este valle, hondo, oscu ro, Con so ledad y llanto? ¿Y tú rompi endo el puro Aire, te vas al inmortal seguro? (Fr. Luis de León.) Para y óyeme, oh sol, yo te saludo Y estático ante tí me atrevo á hablarte ; Ardiente como tú mi fantasía, Arrebatada en ansias de admi rarte, Int rép idas á tí sus alas guía. (Espronccda.J Imposible .-C ons is te e11 asegurar que se tra sform arán las leyes de la natur a leza en el (IJ Del griego apostr ophe, ,le a¡io, l1·jQ:1, y std¡i l,eill, rodear, girar= volverse lejosde. ó

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