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-M2- confundirse con el prosódico: ést e se refiere al vocablo aisladamente considerado, aquél es el que ha de llevar todo verso. La condición musi– cal de los acentos es no sólo un elemento natu– ral del verso castellano sino también en muchos casos tan indispensable que no se formará un verso endecasílabo, aunque se reunan once sí– labas, si falta el acento ó está mal colocado , como se observa en el siguiente ejemplo de Gar– cilaso. El dulce lamentar de dos pastores. Este verso es un endecasílabo perfecto. Si va– riamos el orden de las palabras y decimos El lamentar dulce de dos pastores , el número de silabas es el mismo, y sin embar– go el oido más torpe percibe que las palabras agrupadas no forman verso por faltarles la ar– monía que resulta de la buena colocación del acento. Iufiérese de esto que el número de sila– bas no basta para constituir verso, sino que han de concurrir los dos elementos esenciales di– chos, á saber; el número de sílabas y el acento rítmico. Pausas 6 cesuras.-Ll ámanse pausas ó ce– suras, palabra que significa corte, los descan– sos que se hacen en determinadas sílabos al re– citar los versos. Pueden ser de sentido, en cuyo caso se indican por medio de signos ortográficos; ó de tiempo, y se precisan mediante la acentua– ción. Las últimas , que reciben el nombre especial
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