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- 181~ Daremos una ligera explicación de los nombres con que por sus asuntos se di stinguen las car tas tanto familiares corno pública s . Las familiares se llaman saasorias, si con ellas se intenta pers uadir; def elicitadón, cuan– do su objeto es dar la enhorabuena; eucarí sti– cas, si van dirigidas á encomiar; de p ésame, si se proponen consolar ú un a persona op rimida por alguna desgracia; de recomenda ción, de ofrecimiento, de petición etc. según que el ob– jeto sea el que su mismo nombre indi ca. Las públi cas se dis tinguen tambi én con dis– tintos nombres según la materia de que tratan, llamá ndose poli ticas, s i ve1·san sobre lu organi– zación de los poderes del Es tado; moral es, si tratan de las costumb1·es; históricas, si su obje– to es aclarar ó discutir un hech o; lit era rias, ar.– tísti cas etc. si es la literntura ó e l a1·te el asunto que las motiva. ¿Cuándo las cartas son verdaderas obras literarias?- S iendo las ca rta s fam iliui·es parte de un a conve1·sac ión p1·ivnda que mantenernos con per sona s au sente s, genera lmente amigas; no mere cen en 1·igor el título de compo sic iones literarias . La s c:ll'tas dest inadas á la publicidad son verdaderas obras literaria s del gé nero di– dác tico, cuando en ellas se ventilan cuestiones de moral, de polilica, de ciencias etc. y p1·incipal– mente cua ndo se eoleccionan mu chas que versan sobre una misma mate1·ia, porque en este caso toman ya el ca rácter, unas veces de breves di– sert aciones, y otras de verdaderos fragmentos