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-168- los hechos. Han de ser oportunas, interesantes y no muy -recargadas de circunstancias. Llámanse retratos históricos las descripcio– nes vivas que manifiestan las cualidades mora– les y físicas de los personajes más importantes. Han de ser tan parecidos al original que nos lo den á conocer perfectamente, y los rasgos tau vigorosos y peculiares que se vea que los hechos son un resultado natural del carácter de los per– sonajes. Arengas son los discurs os puestos en boca de los personajes hist óricos. Si han sido realmente pronunciadas, deben emplearse como punto in– tegrante de la historia; pero si son inventadas, deben desecharse á pesar de su atractivo, porque son contrarias á la verdad histórica y más pro– pias de la epopeya y de la novela. Estilo. -EI es tilo de la historia, por más que lo modifican el modo de escribirla y el fin que el historiador se propune, ha de ser siempre grave, digno y acomodado al asunto. Modelos.-L os hist oriadores más notables son: En Grecia Herodoto, llamado el padre de la historia, Tucídides, Jenefonte, Polibio y Plu– tarco. Entre los latinos Julio César, Salustio, Tito Livio y Tácito. En Espaiia floreciernn: el P. Mariana, Hurta– do de Mendoza, Sigüenza, Moneada, Melo, Solís, el Conde de Toreno, Mqdesto Lafuente y otros.

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