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-160- toria forense.-El origen de esta oratoria es muy antiguo, pues aun los mi smos tirano s, si– quiera fuese por mera fórmula, conced ier on el der echo de defensa. Su imporlancia se de sp ren– de de su obje to y fin; pues descansando la or a to– ria forense en el poder social de adm ini st ra r jus– ticia y fund ándos e en la exi s tencia de la ley, sin la cual no es posible la socieda d , es evidente no sólo s u importancia, s ino tambi én su necesidad. El carácter de es ta orat o1·ia es más bien cie n– tífico que literari o, pues en ella el elemento di a– léc tico predomina sobr e el poético. Para esclare– cer los hechos y aplicar la s leyes, ne ce sita el orador entr a r en mu chos pormenores y obser– vaciones, y por lo tanto le son indisp ensab les la propiedad . y clar idad de los términos, Jo preci– sión y fij eza de las ideas y sobre todo la fuerza irresi s tible de la dedu cción. Aunque olgun ns vc·– ces, sobr e todo en las causas c1·iminul es, la ima– ginación y el s entimient o adopta n un lengu aje apasionado y patético, la elocución ordinaria– mente es moderada en los adornos, porque la oratoria forense casi sie mpre sul, ordina el atrae– ti vo ret órico ele la forma á la se1·iedad filosófica del fondo. Cualidades del orador forense.- EI abo– gado, que as í se llama el orado r forense, ha de tener además de la instru cción seña lad a á todo ora dor, grandes conocimientos del derecho en ge t1eral y en particular de las leyes de su país , si t1desdeñar la liter atura y las dem.is cienc ias, debiendo en la práct ica del foro med ita r pro-