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-146- t·ledad é interés gradual. La unidad es condi– ción tanto del fondo como de la forma; del fon– do, porque procede del pensamiento capital que anima el discurso, y de la forma, porque nace de la intima rela ción de unas partes con otras y de la unión de és tas con el todo. Por el carácter de la orato1fa la unidad ha de ser más visible que en el poema, porque es prod ucto de la razón y de la lógica y á la rnzón se dirige. La variedad, resultado de la diversidad de partes, tonos y formas del lenguaje es indispensable para vivifi– car el di scur so y dar esparcimiento ni áni mo: ha de estar siempre sub ordinada al fin útil que caracteriza al género oratorio. Finalmente el in– terés gradual indica el camino que sigue el orn– dor en los medios empleados para con vencer, agradar y persuadir, marcando la fuerza gradual de los argumentos y terminando generalmente con la moción de afectos. Las partes de que puede constar el discur so oratorio son siete: exordio, proposición, divi– sión, narración, confirmación, refutación y pe- 1·oración ó epilogo. No todos los preceptistas las admiten, y en rigor sólo deben considera rse esenciales la proposición y la confirmación. Exordio. (1)-Es la introdución que se hace para prepara1· los á11imosde los oyen tes á fin de que oigan con atención y benevolencia: no siem– pre es necesa rio . El exordio ha de sujeta rse· á las reglas sig uient es: 1." Ha de ser corr ecto en la (ll Dellalln ezordiutn, la primero labor del que lrJr, principio,orl· gen, proemio;de tu:ordiri, comenzar ó urdir.

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