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-139- diado, si no las perfeccionaba una esmerada educación. Esta debe ser general 6 científica y especial ú oratoria. La gene ral ó científi ca comprende aquell a instrucción que debe tener todo hombre culto, esto es, co11oeimientosgenerales de historia y literat ura y en partieula t· dt:ilas de su patl'ia, de la filosofía, de la legislación, de físiGa y otras va– rias cieneias por la aplicac ión que de ellas pue– de hace1· en cu~os determillados. La especial ú oratoria se refiere al es tudio de las materias pertenecientes á los asuntos sob re que versan sus discursos, al de los modelos clá– sicos y contemporáneos, á los ejercicios de com– posición é impl'Ovisación y finalmente al conoci– miento de la teoría orato ria. Influencia del público en el orador y de éste en aquél. --EI cot·ácter del orndor y del au– ditot'ÍOinfluyen notablemente en las condiciones del discur so. Aspirando el orador no sólo á con– vencer á su auditol'Ío, sino también á persuadi1·– le, ha de tener en cuenta las ideas, preocupacio- 11es, creencias, pasiones, gus tos é intereses del .público, porque son factores importnntes que modifican el carácter general de la oratoria y de los que no puede prnscindir , si quiere alcanzar el fin que se propone. Sin embargo el orado r no deberá nunca someter se á los exigencias de los o,·entes si son contrarias á la verdad y á la jus– ti~ia qu~ á todo trance debe defender; antes al contrario, acomodándose con habilidad {t las cir– cunstancias que le rodean, ha de interesar su