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-i1 3- En el bosque repuesto y esco ndido¡ Que agrada r lisonge ro las orejas De algún príncipe insigne, aprisionado En el metal de las doradas rejas. Precisi6n. --Consiste en decir lo absol ut amen– te necesa ri0 para el sentido total del dis curso . La precisión ha de hall ar se lo mismo en los pensamientos que en el lenguaje ; porque cual– quier idea ó palabra que no añada nada a l sen– tido de la clá usula le pe1·judica, como dice Quin– tilian o: obstat quidquid non adjuvat. Los vicios contr arios á la precisióu son: la di– fusió n, la r edundancia y la concisión excesiva. La difusión consist e en repetir una s misma s ideas y pensamientos a nalizándolos excesiva– mente, ó en amp lificar el discur so reca rg ándolo de circun stancias y detalles insigni fica ntes ó inúti les, con lo que se falta por exceso á la pre .. cisión del pensamiento. La r edundancia (1) es el empleo de palabras supériluns, lo que sucede cuand o olvidándose el esc ritor ú orador del ca rácter eliptico del idioma, amontona palabras innecesaria s ó pleonasmo s viciosos, con lo que perjudi ca á la concisión del lenguaje en detrimento de su energia . La concisión excesiva proviene de no des en– volver s uficientemente los pensam ient os ó de abusar de la fuerz a elipti ca del idioma, y en am– bos casos se falta á la precisión tanto de los pen– samientos como del lenguaje . Esto s vicios deben (1) Dellalln rcaundantta, bundancia, do re-a-unaare, ondear repe– tldamenle. 8
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