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-95- r amplona ha tenidoen todas ora~ionc~hijos pre– dilectos para el arte de la guerra, tenaces por ,-11 cons– tancia, fidelid~d y sufrimÍcntos, pródigos en valor I cortos en consignar sus hechos con la pluma, prueba infalihlede su valentía. Cuandola Siciliaformabaparle de nuestros estcn– !-OS dominios, aparece un Pamplonéf-entre sus fastos de guc_rr_a P!CStando con !-U audacia _-y all·eYimiento un !'erv1c10 cl1¡..'110 de ~(·r cantadopor milcoros de ~u~r– reros; el cual, luchando con las ond,lsde Chanlxhs, llevó desde la escuadra de refuerzo, el parte de su llegada á un gobernador de 1ma de las plazas ase– cliadas,~asando ~ nado en la obscurid?<lde la noche por mediode la hnea de buques enen11gos. Lenguas y dialectos. Los yecinos, habitantes y moradoresde Pamplona, usan en sus tratos y contrató:,; cuatro len1rnas; tres son del paí:;Navarro; y la cuarta que es la trancesa, !'irvc de auxiliar en el Comercio y relaciones conel Yecino imperió. • ·La Ciudades el centro de las tres zonas de lenguas; ,· comomuestra de las mismas, se ponen á. continua– cion tres canciones sencillas, para ~ue los curiosos formen el juicio que les acomode y dicte su ilustra– cion. L'\ primera es la castellana ó nacional que se em– pleaen la parte oficial y pueblos de la rivera ó tier– ra haja, fronterizos á las provincias de Zaragoza y Lo– !!foño. ~ La segunda es la Buscara ó Vascongada, lengua