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9 EVANGELISMO FRANCISCANO: UNA APUESTA POR EL HOMBRE 275 Será propuesto por Carlos V como primer obispo de México y “clefen sor de los indios”, cuando desempeñaba el ministerio de inquisidor en unos casos de bi-ujería en el País Vasco. Superadas sus reticencias a tal cargo, llega a México a finales de 152$, en el preciso momento en que se estaba configurando la Audiencia de México, que venía marcada por el desorden, la tiranía y abusos de todo género, robos y crímenes. Desde su lugar como prelado del Nuevo Mundo intenta responder a estos desmanes, por lo que se afana por la configuración de una Iglesia, en la que tengan cabida las dos razas y culturas a las que él ha de servir. Por lo mismo, promueve la evangelización y conversión de los naturales, al mismo tiempo que intenta frenar los abusos y tiranías de los colonos, así como los enfrentamientos entre las diversas órdenes religiosas, lle gando a formar un clero seculai Se implica, desde una lectura evangéli ca, en las realidades sociales buscando el bien del indio, que se plasma en la construcción de hospicios y pequeños hospitales para la atención de los naturales13. Proyecta la organización de las riquezas agropecuarias como un medio adecuado para alimentar a los indígenas de los poblados. Construye colegios y centros educativos para hombres y mujeres’4, lo que le causó grandes disgustos y enfrentamientos con el poder civil, que veían la educación de las niñas como algo innecesario y una pérdida de tiem po. Por encargo suyo, Andrés de los Olmos, OFM Obs, elabora un Arte de la lengua utexicana, al mismo tiempo que investiga acerca de las anti güedades mexicanas, dando los primeros pasos para la configuración de la futura Universidad de México. Claramente influido por los humanistas y, especialmente por Eras mo de Rotterdam, introduce en el Nuevo Mundo la primera imprenta, en la que editará un significativo número de libros que influirán en el mismo proceso de evangelización. Así sucede la “Regla Cristiana breve” o el “Ma nttat de adultos”, entre otras’5. Desde la asunción de su ministerio, su vida es una constante entrega, y DO sólo con la construcción de instituciones que hicieran más fácil la vida de] indio, sino con la dedicación de su propio tiempo, por lo mismo, considera a los indígenas como los cristianos más auténticos, llegando a afirmar que son ellos los que lo consuelan y sanan, ayudándole a sopor tar las asperezas de la vida y la penitencia que debía cumplir De esta 13. Los nombres va resultan elocuentes por sí mismo, así por ejemplo el Hospital del Amor de Dios. 14. Entre los colegios, nos encontramos con los de San Juan de Letrán y el de Santa Cruz de Tlatelolco. 15. Cf. C. J. ALc]os-GRAU, “Zumárraga, Erasmo y la observancia franciscana’, en Canhagiue,isia 6 (1990) 283-292; JuA DE ZUMÁRRAGA, Regla Cristiana breve, 1. ADEv (cd.), Pamplona, Eunate, 1 994; 1. ADEvA, “Edición crítica de la ‘Regla cristiana breve’ de Juan de ZumálTaga”, en ‘lunario de Historia de la Iglesia, 3(1994)426-430.

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