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272 MIGUEL-ANXO PENA GONZÁLEZ 6 se convertirá así en el aclecciado método misional, en el que no serán necesarias normas concretas, pero sí una auténtica conformidad de vida con la Palabra, de tal suerte, que la propia vida sea auténtica práctica del Evangelio. Una vez más, el ejemplo se convierte en testimonio coheren te de vida para la conversión de los naturales, por lo que habrán de u; al menos, de dos en dos. Los Doce parecían estar totalmente determinados por la obsesión de dar ejemplo, enseñar y predicar con la vida, lo que supuso para la confi guración de la Iglesia en México, una respuesta positiva por parte de los naturales, que se concretó en la conversión en masa de los indios. A esta tarea educativo-evangelizadora se van sumando sucesivamen te más nombres, entre los que podemos citar a Francisco Jiménez, que compuso la primera gramática y el primer diccionario del náhuatl8. a) Toribio de Benavente Mototinía (e. 1490-1565)9 Fray Toribio Motolinía es uno de los Doce apóstoles de México, que figura en dicho documento bajo los calificativos de “predicadores y con fesores doctos”, detalle que nos da también cuenta de qué tipo de misio neros eran los que llegaban al Nuevo Mundo. En México fue el primer guardián del convento de San Francisco (1524-1527), y pasó sucesiva mente a otros lugares desempeñando el mismo cargo. Supuso en todo momento un apoyo firme frente a los conflictos con el poder civil y mili- tal; del que sufre persecuciones por su defensa de los indios. En Huejot zingo, protege a los indios contra los atropellos de Nuño de Guzmán, ani mando a los caciques a buscar la protección del obispo, lo que le valdrá la acusación de intentar la independencia de la Nueva España de la sobe ranía de Castilla y la expulsión de los españoles. Como hombre intrépido e incansable siempre estuvo dispuesto a de fencler los derechos del indio, al mismo tiempo que no rehuía ningún esfuerzo para llegar hasta ellos. Así, en 1532-1533 forma parte del grupo que quiere llegar a las regiones del Pacífico para anunciar el Evangelio a los pueblos que estaban por descubrii; sin que para ello fuera necesario 8. Ci. A. LÓPEZ, “Vida de Fray Martín de \/alencia, escrita por su compañero fi Fran cisco Jiménez”, en Are/nro Ihem-Americano 26 (1926) 48-83. 9. Cf. J. M. VInAL LÓPEZ, “Fray Toribio de Motolinía”, en Descttbrhniento y coilquis te: ¿Genocidio?, Salamanca, Universidad Pontificia, 1990, 119-134; R. D. GARcIA, “El cho que de dos ‘grandes’. El Iranciscano fray Toribio Motolinía (1569) contra el dominico Fray Bartolomé de Las Casas (1566). Un símbolo de la dialéctica Conquista/Evangelización en el siglo XVI”, en Proyecto 4 (1992) 45-93, 135-227, 357-392; 1. SÁNcIIEz HERRERO, La eran gelizacióiz de los indios de América. Dos posturas: Mototi,iío y de Las Casas, en M. CAsTILLO MART0s (comp.), Minería y Metalurgia: inte,ca,zzbio tecnológico y cttlttiral entre A,zleIica y Europa durante el período cotoiiial español, Sevilla, Mciñoz Moya y Montraveta, 1994, 61-80.

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