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21 EVANGELISMO FRANCISCANO: UNA APUESTA POR EL HOMBRE 287 haciendo constar la existencia en las Indias de “ministros que en lugar de mirar por su Real Corona y por los pobres que Dios a vuestra Majestad ha encomendado”28, se dedican a sus propios intel-eses. No parece que el misionero recibiera respuesta. La corriente innovadora abanderada por Francisco José de Jaca cues tionaba radicalmente toda la félTea estructura en Indias y las conse cuencias ante la maltrecha economía española eran bastante evidentes, viniendo a coincidir con la de diversos Capuchinos que trabajaban en Áfiica y América, y que habían regularmente informado a la Congregación sobre los tremendos abusos que se cometían contra los negros. La presencia de ambos religiosos en Roma supuso la absolución de ambos, respecto a cualquier duda que todavía se pudiese albergar, al mismo tiempo, que un fuerte cuestionamiento de cómo se estaba proce diendo, de tal manera que Roma interviene para intentar hacer más fácil la vida de los negros. No cabe duda que la predicación del jacetano tenía un claro carácter de profecía, capaz de producir un auténtico vuelco en la sociedad hispa na, donde la Escritura, con implicaciones morales concretas en la vida dia ria, ocupaba un lugar preponderante. Su postura personal en este punto, asevera una predicación en total consonancia con la realidad en la que vive, capaz de dar respuestas sin perder en ningún momento el carácter profético de la misma. Jaca se siente predicador y enviado, miembro de un grupo que debe facilitar y propiciar la superación de toda culpa y agra vio. Esa imagen presenta ya en las primeras cartas escritas al rey desde Caracas, y lo manifestará más tarde en carta al Provisor general de La Habana: “Y, en fin, los predicadores no habernos de atender a remedios de futuros contingentes de los superiores a quienes de justicia les toca, y no a noso ti-os, sí sólo a la reprehensión de las actuales culpas, agravios o injusticias mañana rernédiense o no se remedien”29. Mientras otros grandes misioneros cumplieron un fabuloso papel como evangelizadores, historiadores, investigadores, científicos... Fran cisco José de Jaca, en una clara línea profética, consigue qcte la esclavi tud comience a ser cuestionada y no mantenida sin más, con el único cri terio del beneficio lucrativo de un reducido grupo de familias. La ingente tarea evangelizadora requería también no sólo de hombres que frieran 28. “fi Francisco José de Jaca al rey Carlos 11(22.1.1688)”, en APF, SC. Americe Meridio,iate, vol. 1, f. 317i: 29. Fi: Francisco José de Jaca a D. Francisco de Soto Longo (8.XI.16$l)”, en AGI, Audiencia de Santo Domingo, leg. 527, f. 68r.
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