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562 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ Bautista Sagárnaga y Don Gregario Lansa, para que abriendo las cartas a presencia de todos ellos, se impuciesen de su temor para dar (f. 8v) cuenta al Cavildo, y a la dicha Junta representativa 174 , cuyo desafuero aunque al principio lo disimulé, ya me vi presisado en el segundo Correo, a rresponder que escusen la remisión de mis cartas. Pues si tenían facultad, para instruirse de su tenor, las abriesen por sí mismos para los usos que jusgasen combenientes, sin balerse del criminoso atentado de obligarme por la fuerza a rebelarles mi correspondencia contra toda mi voluntad. 31. Oprimido de estas amargas tribulaciones, por el dilatado término de dos meses, al cabo se apiadó de mi la Divina Misericordia, consolándome con una Carta, la más expresiva, amorosa y tierna que resiví el día 20 de septiembre del fidelísimo y christiano pueblo de Irupana, del Partido de los Yungas, donde me llamaron con las mayores instancias, prometiéndome todos los auxilios que necesitase para el viaje, sobre el seguro de que allí sería defendido y respetado, contra todos los rebolucionarios. En efecto, verifiqué mi marcha el 25 sin esperar la escolta, que también se me franqueó lleno de consuelo, de que una parte de mi cedusido rebaño, todabía reconosía a un pastor, contra los miserables subersores de la Patria, de la Religión y de los derechos del Rey. 32. Debiendo asegurar a V. S. en prueba de la eroyca sinseridad de aquel vesindario, que a mi llegada el 23 por la tarde, fueron tales las demostraciones de regosijo y veneración a mi dignidad y persona, que desde aquel momento ya me conduciré fuera de las garras de los lobos deboradores, que ahuyentaron de Millocato, en medio de que Yungas, ya estaba ceducido en mucha parte por (f. 9r) los malignos influxos de Don Manuel Ortiz, abogado incipiente, osado y poco religioso, a quien eligieron de subdelegado intruso por depocición del propietario Don Christobal García, por ser el más a propósito para sembrar máximas sediciosas, contra las públicas autoridades así como tubo la sacrílega animosidad de lebantar con sus manos, y por otros compañeros suyos la noche del 16 de dos orcas, diciendo que la una era para colgar al obispo, y la otra para el governador. 33. El objeto de haver destinado a Yungas a este sedicioso docmatisante, fue rebolucionar todo el Partido, para atraerlo a su deboción con el proyecto de establecer allí una colonia independiente, que sirviera de refugio a los foragidos de la Paz, en qualesquiera accidentes adbersos. 34. Por esto, inmediatamente que supieron mi retirada a Irupana, embiaron con título de comandante general de los Yungas a Manuel Victoriano Lanza, con Don Chrispín Díez de Medina, Juan Peñaranda, y otros traidores más, para que unidos con el intruso subdelegado Ortiz, en el pueblo de Chupe, combocasen todas las demás doctrinas, y a los comandantes particulares de ellas, con la máscara de lealtad al fin de atacar a Irupana, y ahorcarme públicamente, a cuyo efecto interceptó barias cartas mías, remitidas por el cavildo 175 , despachó comparedos [sic] a los capitanes, para que 174 Según los oficios y antestaciones de f. 8 a f. 12. 175 Documento de f. 30 y f. 32 a f. 32.
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