BCCAP000000000000118ELEC

En su configuración de la obra, Cano es ya deudor de la necesi- dad de respuesta a un ambiente concreto, que no será otro que el impuesto por Trento contra la Reforma; que se concreta en la nece- sidad de un método teológico firme y sin fisuras, que tuviera un sen- tido de universalidad, de tal manera que pudiera ser válido en todo el orbe católico. Por otra parte, él había experimentado la erudición de Vitoria, por la que se había sentido especialmente cautivado, razón por la cual, después de la muerte del Maestro, Cano se consi- deraba en la obligación moral y teológica de preservar aquel legado teológico. Así él se siente impelido a escribir y determinar el método. Pero tampoco se puede olvidar, que esta obra se publica cua- renta años después de que Vitoria comenzase su profesorado en la ciudad del Tormes. Los temas e intereses ya son otros, más comunes a la Catolicidad; el núcleo ha cambiado, por lo que él también tiene otra manera de expresarlo en su reflexión y en su teología, mos- trando nuevos acentos. El logro es indudable, se convierte en una buena fundamentación epistemológica del método utilizado en Salamanca durante esos años, pero reconfigurado a partir de unos intereses más amplios, que aquellos propios de los teólogos de Sala- manca y de la Monarquía Hispánica. Por otra parte, en 1543 Melchor Cano gana la cátedra de Santo Tomás en Alcalá, lo que le pone en contacto directo con el aula y la necesidad de precisar un discurso, que seguía sometido a copias de dictado. Tres años más tarde pasa a Salamanca, a la cátedra de Prima de la Facultad de Teología, en la que esto se hace más patente, especialmente en razón de la proyección que ya tenía esta Academia. Si realmente queremos hacer una valoración de la obra, no tenemos más que detenernos un momento a recorrer el gran número de ediciones que surgieron sucesivamente a la de 1563 40 . El hecho de tratarse de una obra metodológica, nos sitúa en un interés diverso a aquel en el que Vitoria y Soto habían mostrado especial sensibilidad, que se había hecho explícito especialmente en las Relecciones , donde se unían los temas candentes en la sociedad y la teología, ámbito muy cuidado por Vitoria, en el cual la justicia era una clave fundamental. Desde el momento que su reflexión está especialmente basada en el método, desde ahí ha de ser valorado y estudiado y, precisamente desde ese horizonte concreto es desde el cual autores como Vicente Muñoz lo encuentran distante de la tradi- ción del Aquinate, viendo que su actitud, más que acercar al APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL CONCEPTO «ESCUELA DE SALAMANCA» 87 40 Cf. J. Belda Plans, La Escuela de Salamanca y la renovación de la teolo- gía … 549-572.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz