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el año 1545, supone un quicio en la teología católica, por el acontecimiento singular de un Concilio. 2. La actitud de estos maestros, supone un antes y un después, donde Soto es un punto álgido de capacidad de síntesis y de propuesta teológica concreta. Es aquí donde precisamente creemos que ha de ser reconocido el valor único que supone su Tractatus de Iustitia et Iure que, antes de nada, es teología práctica proponiendo o consolidando una vía nueva, con una metodología propia, que va determinando un saber y una ciencia independiente 37 . Por todo esto, Jaime Brufau, en la preparación del V Centenario del Descubrimiento de América, definía a Soto en los siguientes tér- minos: “Profundo conocedor de los problemas de su época, se enfrentó, con decisión plenamente consciente de su responsabili- dad, a la aplicación de los principios, con una independencia de ánimo que sorprende aún hoy día. No descuidó el estudio de los hechos históricos, ni de las fuentes profanas; si sus especulaciones fueron discutidas y llegaron a imponerse en la legislación, ello se explica en buena parte por su concordancia con la realidad histó- rica y por sus consecuencias sobre la conducta pública y privada. Sin sentirse impulsado por el afán de novedades, no retrocede ante la proposición de innovaciones que en su tiempo podían parecer audaces, cuando las cree justificadas” 38 . 2.3. Melchor Cano, y la implantación del método teológico A partir de 1525, como se deduce de lo anteriormente dicho, la teología positiva comienza a ocupar un papel relevante en el marco salmantino, precisamente en el momento en que Cano asiste a las lecciones de Vitoria. La teología gana fuerza, especialmente por la renovación que supone el pensamiento de los autores llegados a Salamanca. Entre los logros de las décadas siguientes, nos encontra- mos con la contribución singular que supondrá la aportación de APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL CONCEPTO «ESCUELA DE SALAMANCA» 85 37 A este respecto no se puede olvidar que, el tratado de Domingo de Soto, será el prototipo de los siguientes tractatus de iustitia et iure . Su primera edición tiene lugar en Salamanca en 1556, a la que seguirá un amplio número de edicio- nes. Para la evolución de la obra, cf. Domingo de Soto, De iustitia et iure libri decem . De la justicia y del derecho en diez libros , vols. I-V, V. Carro (ed.) (Madrid 1967-1968). 38 J. Brufau Prats, La Escuela de Salamanca ante el descubrimiento … 61.

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