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LA(S) ESCUELA(S) DE SALAMANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓRICOS 193 mismo tiempo, daba paso a una etapa cuyo horizonte novedoso también sería el encuentro pacífico. Realidad que se encontraba demasiado distante en el tiempo como para ser especialmente valorada por la gente. A con– quistar ese espacio de paz y tranquilidad interior había ayudado también la expulsión ele los judíos que, lejos ele ser únicamente algo promovido por la Corona, tenía un fuerte respaldo social, que justificaría la manera concreta ele cómo se producen los hechos. Desde el marco religioso, estaba también presente toda una literatura teológico-apologética, donde un número nada desdeñable de autores es– cribían obras apoyando directamente una intervención contra este tipo de grupos socio-religiosos minoritarios, justificando siempre sus posturas desde un contexto ele catolicidad. Musulmanes y judíos habían siclo y seguían siendo una dificultad para la convivencia que, progresivamente, derivaba hacia conflictos también en lo doctrinal. Entre los autores más significativos se cuentan Alonso de Espina, Alonso ele Cartagena, Gonzalo de Villadiego, Pedro de la Caballería, Pedro González de Mencloza, Jaime Pérez de Va– lencia, Juan de Colmenares, Juan López de Segovia y Juan de Torquemada, OP, como los n1ás significativos. Habían quedado ya atrás los años ele con– vivencia relativamente pacífica, incluso con la concesión de leyes, inspira– das en los Concilios, donde se sancionaban los derechos de que gozaban estas minorías 16 • Entre dichos apologetas nos encontramos al mismo Papa Borgia, Alejandro VI, que ataca ardientemente a los conversos que judaiza– ban, aunque mostrándose más benevolente con los juclíos 17 • Pero, no lo olvidemos, algunas ele estas figuras no sólo ocuparán un papel relevante en el entorno peninsular, sino que su trascendencia social no será menor a la de los autores del siglo :xvr, aunque no han contado con monografías o estudios profundos que pongan en evidencia su trayecto– ria. Entre éstas se encuentra el cardenal dominico juan de Torquemada Ct 1468) 18 que se doctora en Teología por París (1425), se había formado 16 A este respecto, especialmente ilustrativas resultan las anotaciones de López Martínez a la obra del cardenal Torc¡uemada, Tractatus... , pp. 12-17. 17 q: Giovanni Battista PICOlTI, "Alessanelro \IJ,,, en E11ciclopedia dei Papi, t. m, Roma, Trecani, 2000, p. 19. 18 Acerca de su vida y obra, e/ Hubert jEDIN, ·~uan de Torc¡uemada unel das Imperium Romanum", ArchiL•um Fratrum Pmedicatorum, 12 0942), pp. 247-278; Karl BINDEH, ,,E] cardenal Juan de Torc¡uemada y el movimiento de reforma eclesiástica en el siglo ;...-v.., Revista de Teología, 3 (La Plata, 1953), pp. 42- 66; Karl BINDEH, ff7esen und Eige11schafe1z der Kirche bei [(ardinaf.!11a11 de Torquemada, Innsbmck, 1955; T. KAEPPELLT y E. PANELLA, Scriptores Ordinis Pmedicatorum Medii Aevi..., t. m, Romae, 1980, pp. 24-42; t. IV, Romae, 1993, pp. 173-176; Thomas M. lZBICKI, "Papalist Reaction to the Council ofConstance,Juan ele Torc¡uemada to the Present", Churcb Histo1y, 55 (1966), pp. 7-20; id., ·Notes on the Manuscript Li– brary of carel. .Juan de Torc¡uemada", Scriptori11m, 35 (1981), pp. 306-311; id., Protector cftbe Faith. Car– dinal jo/Jm11zes de Turrecremata mzd t/Je defe11Se q/t/Je instilutionaf Cl.mrch, Washington, The Catholic University Press, 1981; Ramón HERNANDEZ l\1A1rriN, ,,E] poder en Juan de Torquemacla", Ciencia Tomista, 122 0995), pp. 43-83; Simón DíAZ DiAZ, Hombres y doc11mentos de la Filosqj'ía Espaiiofa, t. Vil, Madrid, CSIC, 2003, pp. 540-545; Ulrich HoHST, ..l(ardinal .Juan de Torquemacla OP une! die Lehrauthoritiit des Papstes", Anuarium Historiae Co11ci!iomm, 36 (2004), pp. 389-422; Ildefonso ADEl'A lv!AiffiN, ·:fuan ele Tor– c¡uemacla y su "Tractatus contra principales errores perfidi Machometi et turcomm sive saracenorum'\ Anuario de Historia de fa Iglesia, 16 (2007), pp. 195-208.

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