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236 MIGUEL ANXO PENA GONZÁLEZ de fomentar la agricultura y las artes mecánicas, etc.; o ventilando la cues– tión de la usura, examinan los tratos y contratos de los mercaderes, pon– deran la grandeza de muestras, ferias, señalan los lugares de mayor contratación, enumeran los géneros y frutos que estaban y salían por las pue11as de la aduana, y discurren sobre la bondad o malicia de las leyes tocantes a esta materia de gobierno 103 • Será a finales de siglo, coincidiendo con el desmembramiento de las úl– timas provincias de Ultramar, cuando surgirá un ambiente de recreación de épocas pasadas. El centenario del Descubrí11iíento de A11iérica será un momento oportuno para recuperar la figura de Diego de Deza en Sala– manca, detalle que será impulsado por los dominicos que habían regre– sado a la ciudad dos años antes, y que encuentran en el Concilio un oportuno respaldo. CONCLUSIONES Llegados a este punto, de manera esquemática proponemos una serie de conclusiones de todo lo que hemos ido desarrollando: - Salamanca, como Universidad principal de la Monarquía hispánica, es un eje fundamental que, por la misma razón, se convierte en encrucijada de instituciones católicas, con proyecciones y confluen– cias en Europa y América. En razón de esto, es necesario mostrar la estrecha relación que hay entre el concepto «Escuela de Salamanca" y el de «Pensamiento católico hispánico". - Por lo mismo, podremos aceptar el uso del concepto «Escuela de Salamanca,., siempre que no se haga una lectura reduccionista, te– niendo en la Teología su origen y razón de sentido, al socaire de la cual se desarrollan también otras disciplinas, como la Filosofía o los Cánones y, por lo mismo, abriéndose a una interdisciplinariedad. - La realidad singular del pensamiento y reflexión que se elabora en Salamanca a lo largo del siglo :icvI nunca hubiera fraguado si no hubiese contado con las posibilidades e interrelaciones que suponía el mundo católico, con contactos supraterritoriales a lo largo de toda Europa y América, donde las mismas personas son un vehículo de irradiación y de comunicación de primer orden. Al mismo tiempo, ésta es rica y valiosa en la medida que hace rela– ción a las grandes preocupaciones sociales y, deja de serlo, en la medida en que se ordena fundamentalmente hacia lo racional y puramente especulativo. 103 Manuel COLMEIRO, Biblioteca de los economistas espaiioles de los siglos Xt,7, XVII y xvm, Madrid, Aca– demia de Ciencias Morales y Políticas, 1880, p. 63.

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