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LA(S) ESCUELA(S) DE SALAlvlANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓIUCOS 235 con lo que la Facultad de Teología queda sometida a un futuro incierto. Unos lustros más tarde, en 1852, con los gobiernos liberales y el afán ele rn.antener la independencia del Estado, la Teología y el Derecho canónico son llevados a los Seminarios, donde las confluencias son mínimas. Así se afirmaba en el artículo 10 del Real Decreto del 21 ele mayo ele 1852, que había sido consensuado entre el ministro de Gracia y Justicia y el nuncio'ºº. La consecuencia final ele las tensiones vendría unos años más tarde con la supresión de la Facultad de Teología. El decreto se expresa en los siguien– tes términos: Se suprime la Facultad de Teología en las universidades; los diocesa– nos organizarán los estudios teológicos en los seminarios, de modo y en la forma que lo tengan por más convenientew 1 • Se rompía un vínculo fuerte en la Universidad salmantina, aquel que mantenía una estrecha relación entre Iglesia y Universidadrn 2 • Un año más tarde, la Iglesia católica vive un nuevo Concilio, el Vaticano I (1869-1870), que será un refuerzo frente a las posturas liberales, y un afán por hacer vi– sible, frente a los excesos anteriores, la ortodoxia de doctrina, que en la Iglesia española se afronta mirando nuevamente hacia Roma, y utilizando, una vez más, como vehículo ele lenguaje la Teología escolástica. Pero si los hechos históricos nos ayudan a observar qué ocurre en el pensamiento, la conclusión en Salamanca será incuestionable: la Universi– dad pasará a ser un estudio provinciano, limitado por el ámbito geográfico ele la Castilla deprimida y pobre, pero que cuenta con los recuerdos ele una historia gloriosa. La Teología, desplazada del Estudio, será recluida en el Seminario, donde las confluencias son mínimas, por lo que pierde tocia significativiclacl. Curiosamente, en estos años ele decadencia, Manuel Colmeiro publica en la Academia ele Ciencias Morales y Políticas su Biblioteca de los econo- 1nistas espaiioles, en la que pone el acento en lo que luego será retomado por otros autores, a mediados ele los años 50. Sus palabras son suficiente– mente elocuentes como para que nos detengamos en ellas: Los primeros libros de economía política que se publicaron en Espaüa son debidos a teólogos moralistas, quienes con ocasión de hablar ele la caridad pasan a tratar de la limosna, del recogimiento ele los pobres, de los peligros ele la ociosidad, de la excelencia del trabajo, de los medios rno C'/ Francisco MARTÍN HrnNANDEZ, "Supresión ele ]as Facultades EclesiástiGlS>', en Antonio GAHCÍA Y GARCÍA (c!ir.), La Uniuersidad Ponl(j/cia de Sa/amcmca. Sus raíces. su pasado, suji1111ro, Salamanca, Uni– versidad Pontificia, 1989, p. 89. !Ol !bid., p. 92. 1112 G./. Melquíacles ANDRÉS MARTÍN, La supresión de /asfáwltades de Teología (1845-1855), Burgos, Aldecoa, 1976.
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