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LA(S) ESCUELA(Sl DE SALAivlANCA. PROYECCIONES Y CONTEXTOS HISTÓRICOS 233 Antonio Senensis, Miguel Bartolomé Salón, Juan Mínguez, Diego Tapia, Mancio ele Corpus Christi y Luis ele Malina. Para Gener, no hay ninguna dis– tinción entre verdaderos discípulos de Vitoria y otros ilustres teólogos que se formaron en las universidades de Alcalá y Valencia, o en los Colegios ele la Compañía. Más adelante, presenta a los autores escolásticos en orden cronológico y, en relación con Salamanca, cita a los siguientes: Francisco ele Vitoria, Melchor Cano, Domingo ele Soto, Bartolomé Carranza, Mancio ele Corpus Christi, Bar– tolomé ele Medina y Juan ele Guevara. Con10 se puede ver, se trata de un acercamiento muy elemental, puesto que nos da cuenta ele que los autores que se consideran como más significativos en el siglo xvm, con cierta dis– tancia temporal, no son precisamente los que han venido configurados pos– teriormente como miembros ele la llamada «Escuela ele Salamanca... No se puede tampoco olvidar que, el 1 ele abril ele 1767, la Compafl.ía ele Jesús es expulsada ele España, con lo que el espacio que éstos habían ocu– pado desde comienzos del siglo xvn, después de ciento cincuenta afíos ele hegemonía intelectual, queda vacante, por lo que nuevamente pasará a manos de la Orden ele Predicadores, que no desaprovechará el mom.ento para volver a poner en el centro de la escena pública el tomismo. Era el re– tomo a lo genuino, que será respaldado oficialmente en 1771 con la re– forma de los planes de estudio, que supondrá una vuelta al tomismo, afirmándose explícitamente que el libro fundamental ele texto será directa– mente la Summa ele Santo Tomás, donde además se afíaclen dos cátedras ele carácter positivo: la de Lugares Teológicos y la de Historia Eclesiástica, que se centraba en la historia ele los dogmas. Curiosamente, la cátedra ele Lugares Teológicos sustituía a la de Durando que quedaba suprimida y el texto oficial era el de Melchor Cano que, en todo ese siglo, tiene veinte edi– ciones y, entre los años 1776 y 1785, cuatro más. Así, el apogeo de la reflexión que se había impuesto desde mediados del siglo xvn se derrumba nuevamente, tomando como entronque etapas y pe– ríodos anteriores, que permitían recuperar cierta seguridad, especialmente en un m.omento de gran convulsión social y política. De esta manera, se vie– nen abajo mom.entos de esplendor institucional que, en relación al Estudio salmantino, podría quedar expresado en la constitución ele la cátedra de Suárez en 1720 97 • 97 Acerca de la constitución de dicha cátedra y la configuración ele las cátedras en la Facultad de Teo– logía, a lo largo del siglo :X'Vlll, cf Daniel SIMÓN REY, Las cátedras de la Facultad de Teología de la U11i– uersidad de Salamanca en el siglo xvm, Salamanca, Universidad Pontificia, 1965; id., Lasfacultades de A11es y Teología de la Uniuersidad de Salamanca e1z el siglo xnll, Salamanca, Ediciones Universidad ele Sa– lamanca, 1981; Juan Luis POLO RODRÍGUEZ, La Uniuersidad salmantina del Antiguo Régimen (1700-1750), Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1995, pp. 167-169.

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